Con 'Freaks' comienza un intento de rescatar grandes pel¨ªculas cl¨¢sicas en la cartelera diaria
Tod Browning rod¨® en 1932 esta 'maldita' y sorprendente met¨¢fora de amor y horror
Dos apasionados del cine, Jes¨²s D¨ªaz y Daniel Gallejones, en su peque?a distribuidora Diorama, han ideado y puesto en marcha una iniciativa que desde hoy enriquece -con un filme de perturbadora belleza: Freaks o La parada de los monstruos, obra suprema del norteamericano Tod Browning, realizada en 1932- la cartelera de cine madrile?a. Han acordado con los cines Ideal la reposici¨®n de este filme y otros de su estirpe en programaci¨®n habitual, diaria. Madrid se une as¨ª a ciudades como Londres, Berl¨ªn, Par¨ªs y Nueva York, donde hay salas permanentemente dedicadas a reponer filmes convertidos en hitos del cine cl¨¢sico y que siguen siendo incursiones en el territorio del cine futuro.
Cuenta uno de los creadores de esta idea, Jes¨²s D¨ªaz: "Llevamos un a?o buscando una sala para que acoja nuestra iniciativa y por fin los Ideal nos abrieron una de las suyas, la 9, una muy peque?ita, que queremos convertir en rinc¨®n permanente del gran cine cl¨¢sico. Es un buen lugar para acoger un fuego sagrado".Freaks se proyectar¨¢, como cuaquier pel¨ªcula de estreno com¨²n, en cuatro sesiones diarias. Dice D¨ªaz: "Nuestra iniciativa no se detiene en Freaks, sino que pretendemos prolongarla y sistematizarla, por lo que ya contamos con copias ¨®ptimas de otras pel¨ªculas, como Laura, de Otto Preminger; Forajidos, de Robert Siodinak, y el Frankenstein de James Whale en su versi¨®n ¨ªntegra, que incluye la secuencia censurada, en su tiempo".
"Pero", contin¨²a D¨ªaz, primero hay que lograr que Freaks se mantenga en cartel y que as¨ª abra paso a estas y otras pel¨ªculas cl¨¢sicas, que s¨®lo algunos conocen a trav¨¦s de los pases ¨²nicos de las cinematecas, pero que son pel¨ªculas para todos cuantos aman el cine. Son muy pocos los que las han visto en pantalla grande y copia ¨®ptima. Pel¨ªculas as¨ª s¨®lo se ven hoy aqu¨ª en televisi¨®n, que est¨¢ lejos de ser la forma adecuada de verlas".
Prosigue D¨ªaz: "Hemos acordado con los cines Ideal un periodo inicial de seis meses, para pulsar la viabilidad del proyecto y ver si hay una respuesta del p¨²blico a esta oferta". ?Por qu¨¦ Freaks? "Comenzamos por la obra cumbre de Tod Browning" dice D¨ªaz, "tanto por la excepcionalidad del filme, uno de los m¨¢s sorprendentes que se han hecho, como porque la copia que nos lleg¨® se encuentra en estado perfecto y es la m¨¢s completa que se conoce".
La pel¨ªcula original duraba hora y media, pero tras sus primeras proyecciones a finales de 1932 y las furibundas reacciones desencadenadas contra ella por la cr¨ªtica puritana, y las campa?as para que fuera destruida organizadas en los nidos del conservadurismo estadouniense de la ¨¦poca, fue censurada y luego amputada por su productora, la Metro-Goldwyn-Mayer, por lo que las copias que se conservan, adem¨¢s de deficientes, rozan la hora escasa de metraje. "La copia que hoy estrenamos", dice D¨ªaz, "tiene 64 minutos. Es la m¨¢s completa que existe, pues a las copias de filmotecas se han a?adido tomas nuevas, sobre todo en el ¨²ltimo rollo, donde los planos rescatados se perciben en variaciones del talonaje".
Por lo general, las reposiciones de filmes cl¨¢sicos se hacen en Espa?a a salto de mata, ocasionalmente, y muy rara vez con la informaci¨®n y la publicidad adecuadas. Esto y el hecho de que las disuasorias sesiones de madrugada de algunas televisiones se hayan convertido en ¨²nico reducto del cine cl¨¢sico para el p¨²blico com¨²n, ha extendido la especie de que no hay suficientes espectadores para alimentar pel¨ªculas como ¨¦sta en la cartelera. Responde D¨ªaz: "Hay aqu¨ª p¨²blico m¨¢s que suficiente para sostener en cartel este cine. Se trata, por tanto, de buscarlo y llamarlo. Hay muchos que est¨¢n ahora descubriendo el cine cl¨¢sico, aprendiendo a verlo. Pero este cine no se aprende a ver en televisi¨®n. Hay que verlo en sala para percibir toda su modernidad, todo su enorme alcance".
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