Los conciertos de los grandes maestros
El ciclo de Grandes Maestros que la Escuela Superior de M¨²sica Reina Sof¨ªa ofrece al p¨²blico de la capital c¨¢ntabra, en su pol¨ªtica de puertas abiertas, constituye una oferta excepcional. Acabamos de escuchar en el Palacio de los Festivales a los profesores Margulis, Martin, Causs¨¦ y Helmerson. Vitaly Margulis (Ucrania, 1928) es una personalidad pedag¨®gica del piano cuyas ense?anzas se extienden de California a Portugal, desde Jap¨®n a Espa?a y desde Rusia a Grecia. Artista de gran cultura, ha meditado profundamente sobre el arte de la interpretaci¨®n en obras tan valiosas como El piano bien temperado o El lenguaje simb¨®lico de Bach.En cierta medida, Margulis hered¨® a trav¨¦s de su padre el legado de Scriabin, la consideraci¨®n superrefinada del sonido y la po¨¦tica musical casi m¨ªstica que otorga a sus versiones especial singularidad y, por ello, razones para la pol¨¦mica.
Todo ello qued¨® claro en su programa Schubert con la Sonata en si bemol, algunas transcripciones lieder¨ªsticas de Liszt y Soir¨¦es de Viena. De Vitaly Margulis pueden extraerse grandes ense?anzas y ante su arte cabe todo menos la indiferencia.
Tr¨ªo excepcional
La violinista rumana Mihaela Martin, el viola franc¨¦s G¨¦rard Causs¨¦ (Toulousse, 1948) y el violonchelista sueco Frans Helmerson (Angelholm, 1945), son maestros en grado superlativo y me parece una gran suerte haber podido escucharlos juntos haciendo m¨²sica de c¨¢mara con absoluta perfecci¨®n.Su concierto en el Palacio de los Festivales situ¨® junto a una versi¨®n ejemplar del Tr¨ªo en do menor n¨²mero 3 de la opus 9, de Beethoven, la transcripci¨®n de las Variaciones Goldberg, de Juan Sebastian Bach, realizada por Dimitri Sitkovetski (Baku, 1954), hijo de la pianista Bella Davidovich.
El empe?o, casi imposible, de adaptar con fidelidad una creaci¨®n tan caracterizadamente clavecin¨ªstica a las tres cuerdas dice mucho en favor del talento del violinista y compositor ruso-americano y no menos de la capacidad del tr¨ªo Martin-Coss¨¦-Helmerson para interpretar la estupenda transcripci¨®n de manera asombrosa.
Hacen todos un Bach tan humano como lo pensaba Schweitzer y tan puntual como lo concibiera el pianista Glenn Gould. Seguimos as¨ª las 30 metamorfosis del tema procedente del segundo libro de Ana Magdalena como un perfecto proceso lineal en la sucesi¨®n, polif¨®nico en la estructura y extremadamente rico en la expresividad.
Actuaciones de tal categor¨ªa suponen un aut¨¦ntico lujo otorgado a los mel¨®manos santanderinos por los cursos de verano de la Escuela Superior de M¨²sica Reina Sof¨ªa.
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