Blair logra que los unionistas respeten el proceso de paz pese a sus sospechas sobre el Sinn Fein

El primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, intervino ayer directamente para ganarse la confianza del unionismo hacia la propuesta anglo-irlandesa sobre el decomiso de las armas ilegales, que los part¨ªcipes en las conversaciones de paz deber¨ªan votar el mi¨¦rcoles. No hubo acuerdo definitivo, salvo la garant¨ªa de que el principal partido unionista no abandonar¨¢, de momento, el proceso pol¨ªtico sobre el futuro de Irlanda del Norte. Restaurado el alto el fuego del IRA, en vigor desde el domingo, el Gobierno brit¨¢nico busc¨® ayer el apoyo del Partido Unionista del Ulster (ULTP), mayoritario en Irlanda del, Norte, en la f¨®rmula pactada con Dubl¨ªn sobre el decomiso de las armas ilegales.

Este acuerdo, que se somete a votaci¨®n el mi¨¦rcoles, acepta la doctrina del desarme "en paralelo" a las negociaciones pol¨ªticas que propuso la comisi¨®n internacional presidida por el ex senador George Mitchell.El l¨ªder del UUP, David. Trimble, acepta la doctrina en principio, pero pide la inclusi¨®n de ciertas enmiendas en el documento final para garantizar su apoyo al Gobierno. Calific¨¢ndolo de "posici¨®n falsa", Trimble condiciona su voto a la garant¨ªa "expl¨ªcita" de que los paramilitares entregar¨¢n parte de su arsenal en el transcurso de las negociaciones. No hubo acuerdo ayer entre el primer ministro y el l¨ªder unionista, pero ambas partes se mostraron optimistas al t¨¦rmino de la reuni¨®n. "Hay posibilidades de progreso", se?alo Trimble al tiempo que anunci¨® que seguir¨¢ en contacto con Blair en las pr¨®ximas 24 horas.

Por su parte, Mo Mowlan, ministra brit¨¢nica para Irlanda del Norte, celebr¨® que el partido mayoritario en el Ulster sigue Comprometido con el proceso de paz. "No hay indicaciones de que abandonar¨¢n las conversaciones, lo cual es muy ¨²til", se?al¨® tras la entrevista, que calific¨® de "constructiva".

Trimble no s¨®lo ratific¨® su participaci¨®n en las conversaciones, sino que moder¨® el tono de su discurso. Horas antes de entrar en Downing Street, el l¨ªder unionista acus¨® al Gobierno de "duplicidad, masiva" y de "negociar en secreto" con el Sinn Fein. Su doble lenguaje responde a la presi¨®n de ambos sectores del unionismo. Los m¨¢s radicales le exigen boicotear un proceso que ven como crecientemente favorable hacia el bando republicano. De hacerlo, Trimble, pierde la oportunidad de influir en su evoluci¨®n y de ser censurado por su propio partido por provocar el colapso del proceso.

La alternativa es pedir aclaraciones al Gobierno, como sucedi¨® ayer, y posiblemente votar en contra de la f¨®rmula del decomiso. Pero, como ¨¦l mismo record¨® ayer, el rechazo del UUP a la propuesta anglo-irlandesa no implica el fin de las conversaciones, sino la realidad de que el problema del desarme queda por solucionar.

La l¨ªnea de acci¨®n que sigue el Ejecutivo laborista en su pol¨ªtica norirlandesa es explicar con claridad la posici¨®n del Gobierno es. El equipo de Blair respondi¨® por carta, al menos en dos ocasiones, a las. cuestiones planteadas por el Sinn Fein relacionadas con su inclusi¨®n en el proceso negociador. El contenido de los contactos, denunciados como "negociaciones en secreto" por parte de los unionistas a pesar de que reproducen declaraciones previas del Gobierno, han sido dados a conocer y se incluyen en la documentaci¨®n que el Ministerio de Irlanda del Norte difunde peri¨®dicamente a trav¨¦s de Internet. En esta ocasi¨®n, es el propio Blair quien escucha e intenta restaurar la confianza de los unionistas. Dif¨ªcilmente podr¨¢ enmendar la propuesta del decomiso acordada con el Gobierno de Dubl¨ªn, pero deber¨¢ encontrar una f¨®rmula que conduzca al desarme voluntario de todos los grupos param¨ªlitares.

El futuro de las armas ilegales es un obst¨¢culo que anteponen los l¨ªderes unionistas, pero no representa mayores dificultades para el resto de las fuerzas pol¨ªticas, inclu¨ªdos los portavoces lealistas, ni para las fuerzas de seguridad. Se trata, adem¨¢s, una pol¨¦mica que introdujo la anterior Administraci¨®n despu¨¦s del primer alto el fuego del IRA.