Fallida comedia ecol¨®gica

Despu¨¦s de estar ocho a?os apartado del cine, el director catal¨¢n Francesc Betriu regresa para dirigir una de sus pel¨ªculas m¨¢s representativas, en la medida en que intenta enlazar con las que realiz¨® al comienzo de su carrera, pero que es uno de sus peores trabajos, al permanecer los resultados muy alejados de las intenciones.Interesado por un cine m¨¢s populachero que popular, tal como demuestran sus producciones Coraz¨®n solitario (1972) y La viuda andaluza (1976), Francesc Betriu hace sus mejores pel¨ªculas cuando hace adaptaciones de conocidas novelas, tal como ocurre en La plaza del diamante (19 8 2) y R¨¦quiem por un campesino espa?ol (1987), basadas respectivamente en las narraciones hom¨®nimas de Merc¨¦ Rodoreda y Ram¨®n J. Sender.

La duquesa roja, que como aclara un r¨®tulo al final no tiene nada que ver con la arist¨®crata de similar apodo y est¨¢ basada en un floj¨ªsimo, casi inexistente, gui¨®n de Ram¨®n Rivero y Santiago Escalante, pero que adem¨¢s en ning¨²n momento Betriu logra dominar, lo que entronca a la pel¨ªcula resultante con la parte m¨¢s representativa y desigual de su cine.

El problema planteado en un pueblo de Andaluc¨ªa sobre las tierras, llenas de camaleones, de una duquesa duda entre venderlas a un financiero vasco o conseguir que sean declaradas una reserva natural, enfrenta a pol¨ªticos y ecologistas en medio de una tosca, m¨ªnima y mal desarrollada an¨¦cdota, con unos personajes sin inter¨¦s, a los que un amplio grupo de desiguales actores trata de dar humanidad con unas interpretaciones exageradas que consiguen el efecto contrario.