S¨¢bato: "He escrito para no morirme"

El escritor argentino Ernesto S¨¢bato dijo ayer en Madrid: "He escrito para no, morirme". A sus 86 a?os explic¨® que se siente satisfecho con sus tres novelas y algunos ensayos. De paso hacia Santander, donde recoger¨¢ pr¨®ximamente el premio Internacional Men¨¦ndez Pelayo de este a?o, dotado con ocho millones de pesetas, S¨¢bato ha vuelto a dar muestras de su corrosiva lucidez y ha repetido sus ataques a la ciencia y su oposici¨®n al progreso.

?Por qu¨¦ siendo catalogado como escritor genial no se prodiga S¨¢bato con sus lectores? "No creo en la continuidad", responde. "Ni en la cantidad. Escribo lo que creo que es indispensable. Uno puede escribir El Qujote y darse por servido. Un libro puede ser ¨²nico. Dante escribi¨® La Divina Comedia y punto. Es el libro que ha quedado escrito en la lengua del pueblo. Me fascina el escritor que ha dicho en un libro todo lo que se puede decir. Quiz¨¢s por eso yo he sido severo conmigo mismo y he publicado lo fundamental".El autor de tres novelas consideradas precisamente como fundamentales de la literatura en lengua espa?ola (El t¨²nel, Sobre h¨¦roes y tumbas y Abadd¨®n, el exterminador) y ganador del Premio Cervantes en 1984, explica que le obsesiona la deshumanizaci¨®n de la humanidad. "La ciencia est¨¢ trastornando la naturaleza humana. Se est¨¢n contaminando las cosas naturales y lo peor de todo es que se trata de una situaci¨®n irreversible". De acuerdo con esta l¨ªnea descriptiva S¨¢bato admite que su libros son duros "pero al mismo tiempo sumergidos en una atm¨®sfera de optimismo, porque hay que luchar contra viento y marea".

Le produce pavor a S¨¢bato por todo esto la vida en las grandes ciudades. "Soy enemigo de una ciudad como Buenos Aires. Hace 53 a?os la abandon¨¦ para irme a un pueblo a vivir con la gente del pueblo". Precisamente en este pueblo S¨¢bato est¨¢ escribiendo desde hace tiempo Antes del fin, "una memoria que me est¨¢ costando escribir, un libro bastante raro, repleto de sue?os, de cosas nocturnas, inexcrutadas por uno mismo. Lo escribo al amanecer y en la oscuridad, de d¨ªa y de noche. Al salir el sol la luz sirve para algo, pero tambi¨¦n la oscuridad sirve para algo. Todos somos mentirosos durante el d¨ªa y durante el sueno nos acercamos a las grandes verdades".

Al final el escritor se refugia en su otra faceta: la pintura. "Sigo pintando. Voy a morir pintando. La pintura es muy sana. Me ayuda a vivir m¨¢s y con m¨¢s alegr¨ªa. La pintura es m¨¢s sana que la literatura. No s¨¦ bien por qu¨¦. Quiz¨¢s son cosas del inconsciente. Se descargan m¨¢s cosas".