El veto de Yeltsin desata una guerra de religiones en Rusia

La Iglesia Ortodoxa Rusa distribuy¨® ayer una declaraci¨®n en la que lamenta el hecho de que el presidente Bor¨ªs Yeltsin haya vetado la ley de religiones y advierte que la no entrada en vigor del texto aprobado por el Parlamento puede crear tensiones entre las autoridades y la mayor¨ªa del pueblo. El rechazo de la ley por parte de Yeltsin -que seg¨²n ¨¦l contradice varios art¨ªculos de la Constituci¨®n- se produjo despu¨¦s de la protesta de una serie de religiones -entre ellas, los cat¨®licos y varios grupos protestantes-, que consideran que el texto aprobado por el Parlamento las discrimina. Tambi¨¦n se mostr¨® en contra de ella EE UU, cuyo Senado lleg¨® a amenazar con congelar la ayuda econ¨®mica a Rusia.La Ley sobre libertad de conciencia y asociaciones religiosas ha aumentado las tensiones ya existentes entre la Iglesia Ortodoxa Rusa y las otras religiones cristianas, que consideran que el texto les pone una serie, de limitaciones en sus actividades y favorece a los ortodoxos. El punto m¨¢s pol¨¦mico entre los criticados por los activistas de derechos humanos es el que establece que una religi¨®n debe estar registrada por lo menos durante quince a?os para poder tener personalidad jur¨ªdica. Sin embargo, est¨¢n exentos los ortodoxos, los musulmanes, los budistas y los jud¨ªos, por pertenecer a lo que se califica "religiones tradicionales" de Rusia.

La Iglesia Ortodoxa, no obstante, explic¨® ayer por boca del arzobispo Cirilo que ni los cat¨®licos ni los protestantes necesitar¨ªan esperar esos 15 a?os, y que esa cl¨¢usula tiene como objetivo poner obst¨¢culos a las nuevas "sectas seudorreligiosas".

El problema es que ni unos ni otros interpretan as¨ª el texto, y de ah¨ª las cartas que enviaron el papa Juan Pablo II y el presidente estadounidense Bill Clinton a Yeltsin, en las que mostraban su "preocupaci¨®n" por la ley aprobada y su confianza en que el l¨ªder ruso saldr¨ªa "en defensa de las libertades religiosas".

Proselitismo

Independientemente de las interpretaciones que se den al pol¨¦mico texto, es un hecho indiscutible que la Iglesia Ortodoxa est¨¢ sumamente molesta por el "proselitismo" que hacen los misioneros cat¨®licos y protestantes en Rusia, ya que pueden convertirse en un serio rival por la conquista de las almas de los rusos. El patriarca Alejo II ha manifestado p¨²blicamente este descontento en diversas ocasiones y para nadie es un secreto que los ortodoxos desean frenar, dentro de lo posible, la expansi¨®n de las otras corrientes religiosas cristianas. Y la ley, seg¨²n los expertos que aconsejaron a Yeltsin vetarla, contiene una serie de puntos que limitan las actividades de ¨¦stas y favorecen a aqu¨¦llos.Los pol¨ªticos liberales se han felicitado por el veto presidencial, pero la verdad es que el rechazo de la ley ha puesto a Yeltsin en un delicada situaci¨®n. El problema es que durante la discusi¨®n del texto en ambas c¨¢maras del Parlamento -tanto en la Duma Estatal como en el Consejo de la Federaci¨®n -el representante del presidente no present¨® objeciones. As¨ª se ha producido la impresi¨®n de que Yeltsin no vet¨® la ley porque ¨¦sta contradice ciertas libertades b¨¢sicas, sino porque cedi¨® ante la presi¨®n extranjera. Y ¨¦ste es un argumento que utilizar¨¢ la oposici¨®n para atacarle. Por esto Yeltsin ha decidido consagrar su mensaje radiof¨®nico de hoy a s¨®lo dos temas: el rechazo de la ley de religiones y la reforma militar.