Rampal y el canto multiplicado de la flauta

El homenaje rendido el jueves por el Verano Musical al gran flautista Jean Pierre Rampal, con ocasi¨®n de su 75? aniversario, ha sido perfecto y entra?able. Adem¨¢s, natural y coherente, pues estos d¨ªas hay en la ciudad un centenar crecido de j¨®venes flautistas de todo el mundo que siguen el curso dictado por Salvador Espasa, uno de tantos disc¨ªpulos de Rampal, con el que colabora en no pocas ocasiones.El mundo de la flauta ha crecido notablemente, y desde hace varias d¨¦cadas se muestra un¨¢nime en la admiraci¨®n al maestro Rampal, actitud que comparte con la masa universal de filarm¨®nicos. Desde comienzos de los anos cincuenta, Rampal es un asiduo visitante de Espa?a y m¨¢s de una vez he recordado, entre las m¨¢s intensas emociones musicales, el Concierto para flauta y arpa, de Mozart, que tocaron en el Festival de Granada Rampal, Zabaleta y la Orquesta Nacional, con Ata¨²lfo Argenta. Otras veces le hemos aplaudido en el Quinteto de Viento Franc¨¦s o en recitales que fueron siempre lecciones perdurables.

Arte human¨ªsimo

Ahora, en el claustro de la iglesia rom¨¢nica de San Esteban, cercano a la catedral y a la pensi¨®n que habit¨® Antonio Machado en la calle de los Desamparados, nos hemos reencontrado con el arte human¨ªsimo, riguroso y expresivo de Rampal, quien, con tres cuartos de siglo sobre la espalda, mantiene su celebrado preciosismo sonoro. Se trataba de hacer m¨²sica en grupo, con el flautista de Granollers Claudi Arimany, en cuyo hacer se advierte la herencia de su maestro y el pianista de Besan?on, Denis Evesque, disc¨ªpulo en su juventud de Ricardo Vi?es.Una sonata de Johann y Christoph Bach y un tr¨ªo de Kuhlau alternaron con la Fantas¨ªa en sol menor, de Mozart, un duettino a la h¨²ngara de Doppler y los cinco d¨²os de La flauta m¨¢gica, transcritos para dos flautas sin acompa?amiento quiz¨¢ por el mismo Mozart, pero sin que hasta la fecha exista una demostraci¨®n documental. En todo caso, el resultado es fascinante.

Para terminar, son¨® una espectacular fantas¨ªa sobre motivos de la ¨®pera Un baile de m¨¢scaras, de Verdi. Tras prolongadas ovaciones, desde todos los rincones del claustro aparecieron hasta 75 flautistas que dedicaron al gran maestro Rampal la versi¨®n m¨¢s ennoblecida que pueda imaginarse de la popular cancioncilla Cumplea?os feliz, arreglada y dirigida por el profesor Espasa.

La atractiva jornada parec¨ªa dar cuerpo musical al bell¨ªsimo escrito de Zamora Canelladas sobre la m¨²sica y los silencios de Segovia, pues sobrepuso a la sinfon¨ªa natural de la ciudad, tantas veces agredida, los sones "sabiamente gobernados" de las flautas encantadas y multiplicadas. El Verano Musical de Segovia persigue y encuentra, d¨ªa a d¨ªa, su propia identidad.