Un banco de roble para la ciencia

Unas 200 personas se reunieron ayer en el Aurrulaque de las Dehesas de Cercedilla para rendir homenaje a la memoria de los hermanos Ceballos, dos ingenieros agr¨®nomos madrile?os que dedicaron sus esfuerzos a la investigaci¨®n de la sierra de Guadarrama. El Aurrulaque (palabra que proviene del euskera y significa nuestros montes) es un homenaje campestre dirigido a aquellos humanistas e investigadores que han dedicado su obra a la conservaci¨®n de la naturaleza de la citada sierra. En la lista de los 14 homenajeados hasta la fecha figuran el poeta Vicente Aleixandre, el humanista Giner de los R¨ªos y el premio Nobel Camilo Jos¨¦ Cela.En su decimocuarta edici¨®n, el Aurrulaque fue dedicado a la ciencia, en concreto, al esp¨ªritu investigador de Gonzalo Ceballos (1895-1967) y su hermano Luis (1896-1967). Gonzalo fue vicepresidente del Consejo Nacional de Investigaciones Cient¨ªficas y presidente de la Sociedad Espa?ola de Entomolog¨ªa. Le gustaba recorrer los bosques de Cercedilla armado de un cazamariposas para analizar los insectos. La sierra madrile?a era el inmenso laboratorio donde estudiaba sobre el terreno lo que previamente hab¨ªa aprendido en los libros de texto de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid. Dedic¨® su vida a la entomolog¨ªa (estudio de los insectos). Le atra¨ªan especialmente los insectos da?inos y la forma de combatir las plagas. En la sierra de Guadarrama, su especie preferida era una mariposa end¨¦mica de estos montes madrile?os.

Su hermano Luis, que prefiri¨® dedicarse al estudio de la flora, manifest¨® un profundo inter¨¦s por la literatura, y lleg¨® a sentarse en un sill¨®n de la Real Academia Espa?ola en 1965.

Los 200 monta?eros congregados ayer en las Dehesas de Cercedilla formaron un c¨ªrculo salpicado de cachavas y sombreros de paja. El rector de la Universidad Polit¨¦cnica, Saturnino de la Plaza, ley¨® un manifiesto en el que recalc¨® que "Ias universidades siempre han estado cerca de la naturaleza". Los Ceballos recuperaron ayer, con el Aurrulaque, su rinc¨®n favorito de la sierra. En su memoria, la Consejer¨ªa de Medio Ambiente puso en el lugar del homenaje un banco de roble con su nombre.