?Vietnam globalizado?
Dos pa¨ªses fronterizos del sureste asi¨¢tico, Vietnam y Camboya, son foco de atenci¨®n estos d¨ªas. El primero porque -aun estando gobernado por un r¨¦gimen comunista- acaba de celebrar unas elecciones legislativas que rompen alg¨²n molde y pretenden inaugurar una v¨ªa relativamente nueva. Camboya -hasta ahora un fino encaje de bolillos pol¨ªtico- porque ha padecido un golpe de Estado que ha liquidado el fr¨¢gil sistema democr¨¢tico inaugurado hace cuatro a?os.En Camboya, los perjuicios derivados del golpe son m¨²ltiples. Supone el fracaso de un interesante experimento promovido por Occidente, el fin de ilusiones y expectativas pol¨ªticas, econ¨®micas y sociales surgidas en paralelo y la huida masiva de inversiones extranjeras, que de constituir tan s¨®lo 100 millones de d¨®lares en 1993 hab¨ªan pasado a 2.000 millones en 1996. Tras 20 a?os de guerra civil, en 1993 se celebraron elecciones libres. La ONU -que hab¨ªa dirigido una operaci¨®n de 3.000 millones de d¨®lares para la pacificaci¨®n y reconstrucci¨®n del pa¨ªs- se congratul¨® de la constituci¨®n de un Gobierno de coalici¨®n entre los mon¨¢rquicos de Nordom Ranariddh (hijo del pr¨ªncipe Norodom Sihanuk) y los comunistas provietnamitas de Hun Sen. De ah¨ª la sui g¨¦neris terminolog¨ªa pol¨ªtica local de "primer primer ministro" para Ranariddh y la de "segundo primer ministro" para Hun Sen, autor del reciente golpe. A¨²n hoy se persigue reconciliarlos.
Por su parte, las elecciones vietnamitas de la pasada semana han sido bastante peculiares, con todos los candidatos preseleccionados por el Partido Comunista y con un ¨ªndice de participaci¨®n popular cercano al ciento por ciento. Y, sin embargo, se anuncia que los tres hombres fuertes (pero ancianos) del r¨¦gimen, presidente, primer ministro y secretario general del partido, ser¨¢n sustituidos en septiembre contando con tan particularmente elegida asamblea.
Ni el proceso pacificador camboyano ni la apertura pol¨ªtica y econ¨®mica vietnamita habr¨ªan sido posibles en un marco de guerra fr¨ªa. Al perder el principal apoyo externo (a causa de la desaparici¨®n de quien lo prestaba, la URSS), Vietnam -enfrentado hist¨®rica y culturalmente al gigante chino- comenz¨® a resultar sensible a la cruzada liberalizadora en lo econ¨®mico impulsada por Estados Unidos. La campa?a norteamericana pro globalizaci¨®n (que se supone deber¨ªa producir tambi¨¦n efectos pol¨ªticos) est¨¢, aparentemente, teniendo tanto ¨¦xito que el pasado 20 de julio un diario local editorializaba: "En su proceso de integraci¨®n en la comunidad global, Vietnam no puede sentirse satisfecho con la actual situaci¨®n", al tiempo que animaba al debate ideol¨®gico.
No obstante, nada de todo esto es desligable de la lucha interna de poder (como la hubo y la hay en Camboya) existente en Vietnam. Lucha protagonizada por los actuales primer ministro, Vo Van Kiet, y presidente, Le Duc Anh. Vo Van Kiet, probable inspirador del mencionado editorial, ha declarado: "Antes, el mundo conoc¨ªa a Vietnam como pa¨ªs de hambre y pobreza. Ahora "somos un mercado din¨¢mico con una voz que es escuchada". A Le Duc Anh, siempre reticente a las reformas pro mercado, le preocupa que Ios intereses individuales ego¨ªstas interfieran con los de la comunidad". Est¨¢ por ver qu¨¦ l¨ªnea se impondr¨¢ en el futuro. Probablemente, Vietnam asumir¨¢ el modelo chino actual: mercado econ¨®mico creciente, ausencia de mercado pol¨ªtico. ?Lograr¨¢ un Vietnam econ¨®micamente globalizado el bienestar no s¨®lo econ¨®mico, sino tambi¨¦n el personal de los vietnamitas?
He aqu¨ª la receta de un asi¨¢tico globalizado econ¨®mica y pol¨ªticamente, el hind¨² Anil Saldanha: "El hombre no est¨¢ bien. Atraviesa un proceso de insularidad: inseguridad, inquietud, miedo. Necesitamos mirar dentro de nosotros mismos y expresar nuestra individualidad, nuestra espiritualidad. Si no ponemos rostro humano a la globalizaci¨®n, puede que no vayamos muy lejos".
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