Recuperaci¨®n del arte urbano de Keith Haring

Siete a?os despu¨¦s de la muerte de Keith Haring, el Whitney Museum de Nueva York ha organizado la primera gran retrospectiva de quien fuera el artista clave del arte urbano durante la pasada d¨¦cada. La primera sorpresa est¨¢ en que la exposici¨®n no es s¨®lo sobre su obra sino que tambi¨¦n abarca a su vida entera con pelos y se?ales, alcanzando niveles de fetichismo bastante ins¨®litos. La segunda es que, al poder verse en conjunto por primera vez las diversas manifestaciones de su obra, ¨¦sta adquiere una mayor coherencia y seriedad que en el momento de nacer, a?os 80, cuando el mundo del arte neoyorquino en el que se mov¨ªa Haring fue colonizado por yuppies con la cartera floja.

La explosiva energ¨ªa de Keith Haring sigue viva. El minimalismo extremo y accesible que invent¨® para crear su universo de beb¨¦s resplandecientes, figuras danzantes, ovnis y org¨ªas palpita como un organismo en las salas que le ha dedicado el Whitney.Son m¨¢s de cien obras sobre nacimiento y muerte, amor y sexo, realizadas sobre lienzos y superficies que se encontraba o robaba, maderas, papeles y objetos cotidianos, fotograf¨ªas y collages, prueba de su ¨ªmpetu creativo y sexual. Y, por otra parte, un n¨²mero indeterminado de pertenencias personales del artista que se han colocado en la vitrina para deleite de voyeurs: sus garabatos en cuadernos de la escuela, sus diarios ¨ªntimos, sus sue?os homosexuales, su colecci¨®n de cintas de cassette e incluso su cartera con los carn¨¦s de conducir y de la seguridad social.

Se excusa el Whitney diciendo al comienzo del recorrido que en Haring hab¨ªa "un intercambio sin fisuras entre su arte y su vida", lo que no deja de ser cierto y al tiempo hace pensar que de lo que se trata realmente es de hacer de ¨¦l un nuevo Andy Warhol.

En las fotos de Keith Haring ni?o se le ve ese gesto de no haber roto nunca un plato que conserv¨® intacto hasta su prematura muerte, a los 31 a?os. Este entra?able muchacho provinciano ten¨ªa unos fantasmas de peso: sus inmensos cuadros de apocalipsis sexual y sus escritos de obsesi¨®n pornogr¨¢fica dan una idea de ello. "Mi vida ha estado siempre dominada por la sexualidad" declar¨® en una ocasi¨®n. "Probablemente es la fuerza impulsora de todo mi trabajo". En la superficie, siempre rein¨® el color, hasta que, invadido por el virus del sida al final de sus d¨ªas, Haring permiti¨® una breve incursi¨®n e la negrura en sus cuadros.

De forma paralela a la retrospectiva, la Fundaci¨®n para las Artes P¨²blicas de Nueva York ha organizado una muestra de esculturas de Haring en la avenida Park de Manhattan, en la que pueden contemplarse en distintos puntos 13 montajes de hierro con las reconocibles formas del artista. Estas esculturas estar¨¢ a la vista hasta el mes de octubre.

'Graffiti'

Haring lleg¨® a Nueva York procedente de Kutztown (Pennsylvania) en 1978, para estudiar en la School of Visual Arts, y cay¨® directamente en el seno de una cultura emergente de artistas urbanos, m¨²sica de rap y taggers (personajes que plagaban la ciudad de graffiti con sus firmas).La marca de Haring era el conocid¨ªsimo monigote curvil¨ªneo en distintas poses que imprimi¨® en las estaciones, vagones del metro y mobiliario urbano. Muchas de estas pintadas fueron luego recuperadas por coleccionistas y ahora forman parte de la retrospectiva del Whitney.

Haring no pod¨ªa parar. Hacia hasta 30 pintadas en un d¨ªa. Como un poseso, decoraba habitaciones y galer¨ªas enteras, alteraba carteles publicitarios, dise?aba logotipos. Adem¨¢s de Warhol, se hizo amigo de Madonna, Grace Jones, Jean Michel Basquiat y William Burroughs, con quien practic¨® el tiro en su casa de Lawrence. Antes de ser seleccionado para la bienal del Whitney de 1983, s¨®lo expuso en locales menores, pero no era un desconocido. Prefer¨ªa la atenci¨®n de la gente de la calle que la del mundo del arte, al que odiaba. En una entrevista confes¨® que se sent¨ªa "deprimido" por las visitas de los marchantes, y que s¨®lo quer¨ªa vender cuadros para poder dejar de ser camarero o repartidor de flores. La organizadora de la retrospectiva, Elizabeth Sussman, dice: "Debido a su admiraci¨®n por Andy Warhol y su adopci¨®n de la cultura del consumo, Haring ha sido relacionado en exceso con la sensibilidad pop, pero esta exposici¨®n revela la cercan¨ªa de Haring con los neoexpresionistas y los pintores h¨ªbridos de los 80, que mezclaron el estilo urbano con la pintura tradicional".

Entre 1982 y 1989 realiz¨® 50 enormes murales al aire libre, muchos encargados por instituciones cuando el establishment reconoci¨® la fuerza de los mensajes que as¨ª pod¨ªan transmitirse. Al final de su vida, dedic¨® gran parte de su tiempo a casas de caridad, centros infantiles y proyectos antidroga y de sexo seguro. Su est¨¦tica marc¨® el activismo del sida y fue quien invent¨® el eslogan "Ignorancia= Miedo, Silencio = Muerte".

Antes de morir de sida en 1990, Haring dej¨® en marcha una fundaci¨®n que lleva su nombre destinada a luchar contra la enfermedad y a defender ni?os; y tambi¨¦n una infraestructura comercial para vender la ingente cantidad de merchandising que lleva su marca.