Sotomayor vuelve donde sol¨ªa

Como en los buenos tiempos, el cubano Javier Sotomayor dio un curso en el salto de altura. S¨®lo las lesiones ponen en peligro su autoridad en una prueba que maneja como nadie. Hab¨ªa llegado al Mundial sin grandes excesos. Muchos dudaban de sus posibilidades en la final, pero en algunos corrillos se sab¨ªa la verdad: Sotomayor comenzaba a estar en una buena condici¨®n f¨ªsica. Lo confirm¨® en Atenas, donde gan¨® con 2,37 metros."Durante toda la temporada le hab¨ªa visto medio arrastrado", comentaba el plusmarquista espa?ol Arturo Ortiz pocos d¨ªas antes de la competici¨®n. "De repente, un d¨ªa se acerc¨® por Madrid. Est¨¢bamos en una mala pista para los saltos. Casi me caigo cuando le veo saltar 2,34 con s¨®lo cinco zancadas. Es un fen¨®meno".

Sotomayor gan¨® un concurso dif¨ªcil, pero acert¨® el pron¨®stico. "Ganar¨¢ el que salte 2,37". Fue ¨¦l. El australiano Tim Forsythe y el polaco Artur Partyka, dos habituales en la pelea por las medallas, estuvieron junto al cubano hasta los 2,35. Pero cuando lleg¨® el momento decisivo, Sotomayor realiz¨® una salto inmaculado sobre 2,37. Entr¨® como un tiro, con una velocidad cercano a los 9 m/s y despeg¨® verticalmente, con una l¨ªnea recta que ning¨²n otro puede realizar en el salto. El ejercicio fue un modelo de belleza potencia y precisi¨®n. Se elev¨® sobre el list¨®n y lo super¨® con limpieza. Era uno de esos saltos que valen m¨¢s de 2,40 metros. En cualquier caso era lo que necesitaba para ganar un nuevo t¨ªtulo. La prueba ya ten¨ªa due?o. El de casi siempre, Javier Sotomayor.