La cara oculta de Fujimori
VIadimiro Montesinos, el jefe del espionaje interior, es la mano derecha del presidente peruano y est¨¢ considerado una persona de gran brillantez y ambici¨®n sin l¨ªmites
ENVIADO ESPECIAL
Desde el b¨²nker del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) en Las Palmas (Lima) controla todos los resortes del poder. Maneja la informaci¨®n m¨¢s privilegiada, y hoy los peruanos est¨¢n convencidos de que es el hombre m¨¢s poderoso del pa¨ªs. Se ha escrito y hablado tanto de ¨¦l que ya se ha fabricado el mito. El hombre tenebroso y enigm¨¢tico que nunca aparece en p¨²blico, pero que est¨¢ en todas partes. "Cuidado, que nos est¨¢ escuchando Montesinos", es un chiste habitual en Lima. Oficialmente, s¨®lo es un asesor, pero en la pr¨¢ctica es el verdadero amo y se?or de los servicios secretos y pilar del presidente Alberto Fujimori. VIadimiro Montesinos Torres, de 52 a?os, casado y con dos hijos, ex capit¨¢n expulsado del Ej¨¦rcito y abogado, es la cara oculta del r¨¦gimen.
Montesinos vive pr¨¢cticamente recluido en el recinto del SIN, donde come, duerme y hace jogging. Su jornada de trabajo llega como m¨ªnimo a las 15 o 16 horas, y cada dos semanas visita a su familia en su casa. En el SIN despacha con Fujimori, ya que el presidente, que dispone de una suite, pasa casi m¨¢s tiempo en la sede de los servicios secretos que en el palacio presidencial.
Montesinos no acude nunca a recepciones ni frecuenta locales p¨²blicos. Cuando se mueve, lo hace rodeado de una nube de guardaespaldas y una caravana de veh¨ªculos blindados. Tiene aut¨¦ntica obsesi¨®n por la seguridad y tambi¨¦n una buena dosis de egocentrismo. Enemigos no le faltan. Entre la documentaci¨®n incautada recientemente a un grupo de Sendero Luminoso, su nombre figuraba en el primer lugar de una lista de personas que la organizaci¨®n terrorista pretend¨ªa eliminar.
Dif¨ªcil de fotografiar
En dos ¨²nicas ocasiones ha sido visto en p¨²blico y fotografiado: durante la visita del director de la Oficina de Control de Drogas de Estados Unidos, Barry R. McCaffrey, y en la inspecci¨®n, junto a Fujimori y al general Hermoza, a la residencia del embajador japon¨¦s tras el asalto para liberar a los rehenes del MRTA. En aquella ocasi¨®n, pudo verse a Montesinos felicitando a los militares que participaron en la operaci¨®n.Entre la primera y la segunda vuelta de las elecciones de 1990, cuando Fujimori empieza a acariciar el sue?o de ser presidente, su m¨¢ximo rival, el candidato Mario Vargas Llosa, tiene acceso a una informaci¨®n sobre graves irregularidades en la venta de propiedades inmobiliarias del hoy presidente, que amenaza con arruinar la campa?a del chino. Ante la desesperaci¨®n de Fujimori, que ya se ve apartado de la contienda electoral, su colaborador Francisco Loayza, un hombre de los servicios secretos, tiene la soluci¨®n: le presenta a VIadimiro Montesinos, un abogado que ha defendido con ¨¦xito a algunos capos del narcotr¨¢fico y con excelentes contactos en las esferas judiciales y militares. En s¨®lo 48 horas resuelve el problema. A base de sobornos, chantajes y otras artima?as consigue limpiar el expediente del candidato Fujimori, que gana las elecciones. El vencedor no da cr¨¦dito a lo que oye cuando Montesinos se niega a cobrarle un c¨¦ntimo por el trabajo realizado. S¨®lo le dice: "Quiero trabajar con usted". Es contratado de inmediato y as¨ª comienza la relaci¨®n entre ambos.
Quienes conocen bien a Montesinos aseguran que es un tipo de una gran brillantez y una ambici¨®n sin l¨ªmites, que pone de manifiesto desde los primeros compases de la presidencia de Fujimori. "Es audaz, astuto como un zorro, sin escr¨²pulos. Es un L¨®pez Rega [el todopoderoso asesor en la Argentina de Per¨®n] potenciado". As¨ª lo describe Loayza, su primer valedor ante Fujimori. Montesinos reorganiza el aparato de espionaje siguiendo el modelo estadounidense de la intelligence community en torno a la CIA. El SIN pasa a ser el organismo todopoderoso que concentra, supervisa y ejerce autoridad sobre los dem¨¢s servicios. Toda la informaci¨®n que recibe el presidente de la Rep¨²blica le llega a trav¨¦s del SIN.
Montesinos maniobra para lograr el nombramiento del general Nicol¨¢s de Bari Hermoza como jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas. Y no s¨®lo eso. Modifica la legislaci¨®n para permitirle seguir en el puesto a pesar de que deb¨ªa haber pasado a la situaci¨®n de retiro en 1993. A cambio del favor, la lealtad incondicional del general. Montesinos obtiene el apoyo de Hermoza para relevar la c¨²pula militar. Los nuevos jefes del Ej¨¦rcito de Tierra, del Aire y de la Marina proceden de los servicios de espionaje.
Un centenar de altos oficiales ha visto truncada su carrera en los ¨²ltimos cinco a?os, a pesar de que varios de ellos eran espadas de honor (primeros de promoci¨®n). VIadimiro Montesinos crea un clima de temor y desconfianza en las Fuerzas Armadas, algo inaudito, seg¨²n explica el ex general Jaime Salinas Sed¨®, que encabez¨® un golpe fallido contra Fujimori en 1992.
El presidente le defiende en p¨²blico cuantas veces es necesario. En una ocasi¨®n declara: "Conozco al se?or Montesinos, es un asesor de segunda l¨ªnea en el SIN". Dos d¨ªas despu¨¦s, Fujimori se rectifica a s¨ª mismo ante las c¨¢maras de Canal 5. "El doctor Montesinos es un asesor muy importante, un hombre honorable que se est¨¢ sacrificando por nuestro pa¨ªs". Su curr¨ªculo es impresionante. Desde los despachos del SIN se fragu¨® ¨ªntegramente el autogolpe de 1992, en el que Fujimori disolvi¨® el Congreso. Montesinos y sus asesores dise?aron la nueva estrategia antiterrorista, cuyo objetivo n¨²mero uno era la detenci¨®n del m¨¢ximo l¨ªder de Sendero Luminoso. Abimael Guzm¨¢n cae tras anos de infructuosa b¨²squeda. Montesinos y el camarada Gonzalo, ambos de Arequipa, mantienen largas conversaciones en la base naval de El Callao, donde est¨¢ detenido el l¨ªder senderista. El resultado es que Guzm¨¢n lee p¨²blicamente una carta, redactada por el SIN, en la que renuncia a las armas y pide a sus seguidores que hagan lo mismo.
Trabajos sucios
No cabe duda de que est¨¢ perfectamente informado de los trabajos m¨¢s sucios de los servicios de espionaje, que incluyen torturas, asesinatos, escuchas telef¨®nicas e intimidaci¨®n a la prensa. El triunvirato Montesinos-Hermoza-Fujimori, el verdadero n¨²cleo de poder en Per¨², funciona porque los tres se necesitan mutuamente, pero de vez en cuando hay serias discrepancias entre ellos. Fuentes cercanas dan cuenta de reuniones muy tensas en las que Alberto Fujimori, Hermoza y hasta Montesinos han tenido que ceder. El presidente no podr¨ªa desprenderse de sus dos m¨¢ximos colaboradores, como pide el clamor popular, aunque quisiera. Cuando hizo un intento recibi¨® un serio aviso de los militares.Los tres llegar¨¢n al a?o 2000 juntos o se hundir¨¢n juntos. Si Fujimori no sigue de presidente y Montesinos deja el SIN, se marchar¨¢ a buen seguro de Per¨², porque le llover¨¢n denuncias, procesos y amenazas dispuestas a ser cumplidas. Tiene demasiados enemigos. Pero no puede descartarse que siga al frente del SIN incluso con otro presidente. Sabe tanto que puede ser m¨¢s ¨²til y menos peligroso dentro de la estructura que fuera de ella.
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