Irresistibles 73 a?os de Caridad Hierrezuelo
La gran guarachera de Santiago de Cuba celebra su aniversario en una sala madrile?a
Acaba de cumplir 73 a?os este oasis en el desierto musical de agosto: la gran Caridad Hierrezuelo (Santiago de Cuba, 1924) est¨¢ actuando en la sala Surist¨¢n madrile?a, lo que significa que ayer, domingo, cumpli¨® a?os cantando y hubo un tremendo guateque dentro y fuera del escenario. Ella no est¨¢ convencida de que sea buena idea el revelar su edad, pero no debe preocuparse: Caridad Hierrezuelo es un prodigio de vitalidad y arte, una imposible combinaci¨®n entre Celia Cruz, Celeste Mendoza y Olga Guillot, con todas las facultades y ninguno de los vicios.
Es una guarachera capaz de seducir al p¨²blico y formar una alborotada conga, que algunas noches llega hasta la puerta del local y s¨®lo por su voluntad no se derrama a la calle. Su gente, los Hierrezuelo, fueron 11 hermanos de El Caney, zona del oriente de Cuba inmortalizada por F¨¦lix B. Caignet, en Frutas del Caney. Una familia con mezcla de sangre espa?ola ("el abuelo fue condenado al penal de Ceuta por independentista y volvi¨® con una andaluza bell¨ªsima") y siboney, junto con la herencia africana. Lorenzo fue el primero en lograr popularidad como miembro del d¨²o Los Compadres, junto con Compay Segundo (luego reemplazado por otro hermano, Reinaldo, ahora imperioso cantante y tresero de la Vieja Trova Santiaguera).Todos artistas "emp¨ªricos, sin educaci¨®n musical", que recuerdan los tiempos duros, en que era imposible vivir s¨®lo de la m¨²sica, cuando la ¨²nica esperanza era ser patrocinado por Bacardi u otra marca: "Hasta Miguel Matamoros se desempe?aba como ch¨®fer cuando ya grababa con el Tr¨ªo". Con la revoluci¨®n, tuvieron sueldo fijo -pero sujeto a evaluaciones- y cierta tranquilidad. Caridad cant¨® con Los Van Van, Los Tainos, Conjunto Caney, Rumbavana y otros grupos, visit¨® muchos pa¨ªses suramericanos y socialistas. Ahora, aunque jubilada, ha vueldo a los viajes, inspirada por el ¨¦xito de la Vieja Trova o Compay, que est¨¢n descubriendo a los europeos los gozosos misterios del son.
Este nuevo reconocimiento llena de orgullo a Caridad y sus compa?eros de generaci¨®n, que en Cuba han sido relegados por la inmensa difusi¨®n de la salsa. Lo de salsa es una denominaci¨®n que todav¨ªa inc¨®moda: "Fue un nombre que pusieron en Nueva York para opacar a la m¨²sica cubana, ya que no es m¨¢s que lo nuestro con diferentes timbres". Pero los Hierrezuelo aceptan ben¨¦volos el cambio de gustos en la isla: "La juventud tiene derecho de buscar una m¨²sica que responda a sus anhelos".
Acompa?an a Caridad el percusionista Jes¨²s Hierrezuelo, su sobrino de 32 a?os, el guitarrista Rub¨¦n Betancourt, habanero de 71, y el tresero Jos¨¦ A. Casta?eda, santiaguero de 68. Este ¨²ltimo es conocido como Maracaibo por ser el autor de Maracaibo Oriental, un chang¨¹i guantanamero que fue uno de los mayores impactos de Beny Mor¨¦ en 1958. De asombrosa memoria, Maracaibo evoca todas las ocasiones en que trat¨® con Beny, incluyendo la cantidad de ron Peralta que consumieron cuando fue al conuco habanero del cantante a llevarle la partitura.
Cuenta Casta?eda: "Maracaibo Oriental se grab¨® al d¨ªa siguiente de Camarera del amor, sin arreglos escritos para la orquesta. Beny improvis¨®, los m¨²sicos se inspiraron y fue su gran ¨¦xito en una ¨¦poca en que dec¨ªan que estaba eclipsado por Rolando Laserie y otros cantantes. ?Ja!". El compositor no pudo presenciar la grabaci¨®n: el portero del estudio se lo impidi¨® "y el Beny se indign¨® tanto que estuvieron a punto de botarle". Son indignidades que ya no duelen: "Lo que cuenta no es el pasado o nuestra edad, sino que estamos vivos y podemos defender nuestra m¨²sica en Oslo o Madrid" . Un lujo a nuestro alcance.
Babelia
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