Un muestrario de calamidades

Atrapado en un ciclo de corrupci¨®n, ineptitud y violencia, Pakist¨¢n cumple esta semana 50 a?os de penosa existencia sin ¨¢nimo alguno de celebraci¨®n ni alivio para sus aver¨ªas hist¨®ricas.Tal es el grado de indiferencia popular frente al aniversario de la partici¨®n de India y Pakist¨¢n tras la retirada de los brit¨¢nicos la medianoche del 14 de agosto de 1947, que las ¨²nicas alusiones a la fecha son microsc¨®picas referencias en los diarios. En v¨ªsperas del aniversario, la atenci¨®n de buena parte de los 135 millones de paquistan¨ªes se centra en un nuevo episodio que ilustra cu¨¢n implacables son sus odios sectarios. Catorce musulmanes de la secta shi¨ª perecieron en dos ataques atribuidos a militantes sun¨ªes de la populosa provincia de Punjab.

"Se mire por donde se mire, los paquistan¨ªes no tienen ning¨²n motivo para ocuparse de festejos", comentaba ayer un diplom¨¢tico europeo. "Desde su creaci¨®n, el pa¨ªs no es sino un muestrario de calamidades a las que s¨®lo son capaces de sobrevivir los endurecidos paquistan¨ªes", agreg¨® en el pr¨®logo de un largo inventario de problemas sociales, pol¨ªticos, econ¨®micos y religiosos que afectan a Pakist¨¢n. Son problemas que paralizan pr¨¢cticamente todos los esfuerzos del Gobierno del primer ministro Nawaz Sharif, incluyendo su visi¨®n de una transici¨®n del m¨¢s arcaico sistema feudal hacia por lo menos la antesala de un r¨¦gimen m¨¢s o menos moderno y tentativamente democr¨¢tico.

En Pakist¨¢n no pasan de 400 las familias que controlan o poseen pr¨¢cticamente todo el pa¨ªs. Como su dominio se extiende hasta el ¨²ltimo rinc¨®n de la vida p¨²blica, no es dif¨ªcil entender por qu¨¦, por ejemplo, no se ha realizado un censo desde 1972, y a qu¨¦ obedece su oposici¨®n a un estudio realista del mapa pol¨ªtico del pa¨ªs.

"Pol¨ªticos como Benazir Bhutto y otras figuras d¨®ciles, frente a los ambiciosos designios de las grandes familias, luchan para preservar un statu quo que, a causa de las innumerables injusticias, no hace sino preparar el terreno para una gradual extensi¨®n del conflicto social", apunta un analista con vasta experiencia en el subcontinente.

En un pa¨ªs que se ha pasado la mitad de su vida bajo dictaduras militares, por cada nueve soldados hay un m¨¦dico. Aunque Pakist¨¢n ya posee arsenal nuclear, m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n permanece atenazada por el analfabetismo. El crecimiento econ¨®mico per c¨¢pita es pr¨¢cticamente cero. La deuda interna y externa asciende a por lo menos 60.000 millones de d¨®lares. Esos apuntes, compilados por el veterano periodista Tony Clifton, del semanario Newsweek, brindan s¨®lo uno de los inquietantes aspectos de un pa¨ªs inventado por los brit¨¢nicos para -al menos te¨®ricamente- separar a las comunidades de hind¨²es y musulmanes del Raj hist¨®rico. Pero la decisi¨®n tuvo pavorosos efectos, como las tres guerras sucesivas y los conflictos espor¨¢dicos que provocaron m¨¢s de medio mill¨®n de muertos desde 1947.

En un reciente ensayo, el escritor indo-brit¨¢nico Salman Rushdie resumi¨® la profunda desilusi¨®n de indios y paquistan¨ªes. La partici¨®n "envenen¨® las relaciones entre los dos pa¨ªses" desde su nacimiento. "?Qu¨¦ raz¨®n existe en este mundo para que alguien desee celebrar el 50? aniversario de una de las grandes tragedias del siglo?", se preguntaba Rushdie.

A la incertidumbre y desasosiego en ambos lados de la l¨ªnea fronteriza trazada por los brit¨¢nicos hay que a?adir el temor que infunde el omnipresente riesgo de nuevos conflictos entre India y Pakist¨¢n, particularmente por la disputa de Cachemira, donde fuerzas indias han conseguido aplacar a ca?onazos la rebeli¨®n separatista.

Aunque a comienzos de este a?o diplom¨¢ticos indios y paqu¨ªstan¨ªes han comenzado a manifestar intenciones de desterrar las feroces guerras al olvido, sospechas y rencores persisten. Consciente de que el conflicto de Cachemira es considerablemente m¨¢s complejo que los otros diferendos que mantienen a los Ej¨¦rcitos de ambos pa¨ªses en estado de alerta permanente, el enfoque de la diplomacia india consiste en tratar de hallar una soluci¨®n a problemas relativamente menos peliagudos. En ese empe?o, Nueva Delhi ha propuesto la desmilitarizaci¨®n del disputado conf¨ªn glaciar de Siachen, cerca de la frontera con China, donde indios y paquistan¨ªes intercambian un promedio de 800 ca?onazos diarios.