"El homenaje me llega tarde por t¨ªmido"
Telmo Zarraonaind¨ªa (Asua, 1921) va a batir otro r¨¦cord. M¨¢s de 40 a?os despu¨¦s de su retirada, Zarra, muy nervioso en d¨ªas pasados, recibe hoy el homenaje que le debe el Athletic de Bilbao (20.30 horas San Mam¨¦s) desde 1955. Con sus compa?eros Panizo y Ga¨ªnza, el agasajo se cumpli¨® pronto. El olvido, la timidez del jugador y las largas que le dieron al delantero centro terminaron por casualidad en un restaurante en el que estaba presente el presidente del club vizca¨ªno, Jos¨¦ Mar¨ªa Arrate. Desempolvado el ¨²ltimo contrato de Zarra con el club en el que jug¨® 16 a?os, al ex 9 rojiblanco le puede la emoci¨®n. "No duermo estos d¨ªas", asegura. Por si fuera poco desde el pasado jueves est¨¢ acompa?ado por el portero ingl¨¦s Williams, aquel al que bati¨® en el mundial de Brasil de 1950 en el estadio de Maracan¨¢.Pregunta. ?Por qu¨¦ han pasado cuatro d¨¦cadas para que se celebre su homenaje?
Respuesta. [Largo silencio con el dedo tap¨¢ndose la boca]. Porque siempre he estado callado.
P. ?Nunca lo reclam¨®?
R. No. Surgi¨® el tema durante la cena en un restaurante en el que casualmente estaba el presidente Jos¨¦ Mar¨ªa Arrate. El Athletic ha tenido muchos presidentes. Ellos ten¨ªan mi ¨²ltimo contrato de 850.000 pesetas por cinco a?os y un partido homenaje. Pero la culpa fue m¨ªa. Siempre he sido muy vergonzoso y cohibido. Hasta jugando lo era. En Asua, me llamaban Telmito el miedoso.
P. Como profesional, en un f¨²tbol m¨¢s tosco como el de entonces, ?tambi¨¦n sent¨ªa miedo?
R. Temor. Siempre jugu¨¦ con sentido com¨²n. Fui muy precavido. Si el defensa era muy duro y yo iba con desventaja, trataba de no llegar al bal¨®n.
P. La dureza le forz¨® a cambiar sus modos.
R. Al principio, lo m¨ªo era el regate. Pero luego, los marcajes [en Primera Divisi¨®n] eran terribles. Un delantero centro no pod¨ªa regatear en el ¨¢rea porque le mataban. Las defensas eran dur¨ªsimas. Esto no ha cambiado tanto.
P. ?Qu¨¦ es lo que m¨¢s ha variado del f¨²tbol de su ¨¦poca al actual?R. Nosotros ten¨ªamos m¨¢s mano libre. Hoy los entrenadores mandan m¨¢s.
P. ?Puede el Athletic competir a largo plazo en Europa reduciendo su mercado a jugadores del Pa¨ªs Vasco?
R. Yo creo que s¨ª. Tiene equipo suficiente para presentarse en cualquier competici¨®n. Tengo confianza. Adem¨¢s, la gente es conformista. Con una clasificaci¨®n buena, la gente est¨¢ encantada. Cuando se gana al Madrid o al Barcelona, la afici¨®n goza de verdad. Cualquier d¨ªa dar¨¢ la sorpresa.
P. ?Apoyar¨ªa que el Athletic fichara jugadores extranjeros?
R. A m¨ª no me gustar¨ªa. El club est¨¢ habituado a andar con gente de casa. Eso es lo m¨¢s bonito que puede tener un equipo. Creo que el Athletic seguir¨¢ siendo as¨ª. No hay otro equipo en el mundo que haga lo mismo.
P. En el Reino Unido est¨¢n importando jugadores brasile?os, italianos, colombianos, un vuelco en el tradicional estilo de las islas. El Athletic, sin embargo, sigue m¨¢s o menos fiel a este esquema.
R. En el f¨²tbol est¨¢ todo escrito. Lo importante es el entendimiento con el compa?ero.
P. Algo casi imposible hoy d¨ªa, que se desmantelan y fabrican equipos con una frecuencia impensable hace pocos a?os.
R. S¨ª. Pero entonces era normal. Ga¨ªnza, Iriondo, Venancio, Panizo y yo jugamos 16 a?os juntos.
P. ?Con qu¨¦ escuela de f¨²tbol se queda?
R. Con la brasile?a. Parece que es la cuna del f¨²tbol.P. Di St¨¦fano, Pel¨¦, Cruyff, Maradona, Van Basten, Ronaldo...
R. Di St¨¦fano lo ten¨ªa todo. Tambi¨¦n me gustaba mucho Mart¨ªn, delantero centro del Barcelona.
P. En los ¨²ltimos tres a?os se ha desbordado la pasi¨®n por el f¨²tbol en cada ciudad, precisamente cuando los clubes est¨¢n prescindiendo de los jugadores locales de las categor¨ªas inferiores.
R. Hay equipos que siempre han tenido futbolistas extranjeros. La gente se acostumbra a todo. Sobre todo cuando traen figuras. En Bilbao no ocurrir¨ªa eso-, ser¨ªa completamente distinto si decidieran traer jugadores extranjeros.
P. ?Por qu¨¦ ser¨ªa distinto?
R. Porque jam¨¢s ha ocurrido esto. Es para estar orgullosos.
P. Hay una afici¨®n tremenda en el Pa¨ªs Vasco, pero su padre nunca le vio jugar.
R. No sab¨ªa ni lo que era un bal¨®n. No nos ha visto jugar a ninguno de mis hermanos. Pero yo no ten¨ªa otra ilusi¨®n que jugar al f¨²tbol. El d¨ªa que marqu¨¦ el gol a Inglaterra se lo dijeron a mi padre, que estaba jugando a las cartas en el bar. "?Ah, s¨ª?", dijo.
P. ?Nunca pens¨® ser entrenador?
R. No, jam¨¢s. Siempre he sido vergonzoso. No valgo para mandar a nadie ni para poner o quitar a ning¨²n jugador. A m¨ª que me manden.
P. Con una oferta suculenta, ?habr¨ªa dejado el Athletic?
R. A m¨ª de Bilbao no me sacaba nadie. Alguna vez me quisieron llevar. Pero yo soy muy de casa. Adem¨¢s, entonces costaba m¨¢s salir y no se manejaban grandes cantidades.
P. ?Le parecen desmesuradas ahora?
R. Yo lo ¨²nico que quiero es que el jugador gane mucho dinero. Pero ahora ya no sabes ni leer las cifras. No sabes cu¨¢ntos ceros hay. Yo me alegro mucho.
P. Las 4.000 pesetas anuales de su primera ficha en 1939, ?para qu¨¦ daban?
R. Para pagar lo que deb¨ªa.
P. ?Ganaba el Madrid por decreto?
R. Los ¨¢rbitros siempre han sido iguales. Todo depende del equipo. A la larga lo que cuenta es el rendimiento.
P., Mucho ajetreo estos d¨ªas.
R. Estoy recibiendo infinidad de llamadas y cartas desde toda Espa?a. Hasta ha habido aficionados daneses que me han pedido fotograf¨ªas firmadas para que se las env¨ªe.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.