La 'Catedral' revive el mito de Zarra 43 a?os

Casi medio siglo despu¨¦s, Telmo Zarraonaind¨ªa Zarra, con 76 a?os, volvi¨® a pisar el c¨¦sped de la Catedral, acompa?ado de sus nietos para efectuar el saque d¨¦ honor de un partido homenaje que figuraba en su ¨²ltimo contrato con el Athletic, aunque la segunda cabeza m¨¢s prodigiosa de su tiempo despu¨¦s de la de Churchill- seg¨²n definici¨®n de la ¨¦poca- no requiere papeles que justifiquen homenaje alguno. 43 a?os despu¨¦s de su retirada, Zarra sigue siendo el m¨¢ximo goleador de la Liga espa?ola con 38 goles en la temporada 1950-51 y ocho jornadas menos que las actuales.Ninguno de los actores del homenaje le vieron jugar, pero su leyenda ha acunado muchos sue?os de f¨²tbol. Ra¨²l, Alfonso, Pizzi y compa?¨ªa, goleadores de arte y oficio, tienen a Zarra como referencia rec¨®ndita de una delantera envidiable a la que s¨®lo ¨¦l e Iriondo sobreviven, tras los fallecimientos de Venancio, Panizo y Ga¨ªnza.

Otros s¨ª le conocieron de cerca. Especialmente el guardameta ingl¨¦s Bert Williams, que ha asistido encantado a los actos de homenaje al matador que inmortaliz¨® en Wembley la imagen de su impotencia, arrastrado por los suelos, mientras Zarra dibujaba el gol de la historia con un suave toque al centro de Gabriel Alonso. Zarra vivi¨® ayer el momento culminante de un homenaje prolongado. Primero fue la recepci¨®n del papa Juan Pablo II, hace, unos meses; despu¨¦s, la edici¨®n de un. sello conmemorativo de su hist¨®rico gol frente a Inglaterra; m¨¢s tarde, recepciones, entrevistas... hasta llegar al reencuentro con la Catedral -muy cambiada respecto a la que le vio oficiar de sumo hacedor de goles- con un enfrentamiento entre su Athletic de siempre y un combinado de la Liga espa?ola. El resultado fue de empate a uno. Marco Etxeberria por el Athletic, (m. 59) y empat¨® ?scar (m.71).

El homenaje se desarroll¨® con sencillez. Zarra, de la mano de sus nietos y acompa?ado en todo momento por Bert Williams. Junto a ellos, una representaci¨®n de las glorias del f¨²tbol: Iriondo, Carmelo Cedr¨²n, Eneko Arieta, Di St¨¦fano, Quini, y un largo etc¨¦tera de compa?eros de ayer y de siempre.

Un aurresku de honor concluy¨® el emotivo protocolo del acto, antes de que los futbolistas festejaran con f¨²tbol un homenaje tard¨ªo que aglutin¨® a unos veinte mil aficionados en San Mam¨¦s.

Un acto culminado, por deseo del goledador, con el saque a cargo de su nieto, el m¨¢s inmediato heredero de su dinast¨ªa, ataviado con la camiseta del 9 del Athletic y el nombre de su abuelo.