Rib¨®: "Lo m¨¢s sensato ahora es pararle los pies a Anguita"
La perspectiva de una hipot¨¦tica ruptura con Izquierda Unida plantea a Iniciativa per Catalunya (IC) un grav¨ªsimo problema estrat¨¦gico: el de quedarse sin socio a escala general espa?ola. Pero ni el presidente de IC, Rafael Rib¨®, de 52 a?os, ni los restantes dirigentes se han arrugado ante las amenazas lanzadas por Julio Anguita de quedarse sin el concurso de IU en las elecciones auton¨®micas. Todos ellos est¨¢n convencidos de que el fondo del problema no radica en las divergencias surgidas entre IU e IC en los dos ¨²ltimos a?os, pese a que son graves, sino en las caracter¨ªsticas del liderazgo de Anguita. Lo decisivo, seg¨²n Rib¨®, es que Anguita "prefiere restar y dividir".Despu¨¦s de declarar que las amenazas nunca le han hecho cambiar de opini¨®n pol¨ªtica, Rib¨® explic¨® ayer las tres razones que, a su juicio, invalidan el liderazgo de Anguita en la propia IU. La primera es haber escogido "la v¨ªa de la divisi¨®n y la fractura interna" en vez de afrontar el debate con quienes disienten de ¨¦l. Un proyecto pol¨ªtico se construye en positivo, a?ade, "sumando fuerzas y multiplicando las potencialidades de cada una". Lo que Anguita hace, en cambio, "es llevar a IU a la ruptura, dividiendo y restando fuerzas".
La segunda raz¨®n de Rib¨® est¨¢ vinculada a lo que IC considera una creciente desorientaci¨®n pol¨ªtica del n¨²cleo dirigente de IU, que le ha llevado a adoptar posiciones "err¨¢ticas" en cuestiones b¨¢sicas, como la relaci¨®n con los sindicatos de clase y, ¨²ltimamente, respecto a Herri Batasuna, entre otras.
A estos dos elementos a?ade, como tercer gran error de Anguita, que IU est¨¢ obligada a crear, en Galicia y Catalu?a como en el resto de Espa?a, "un clima de entendimiento entre las izquierdas" que haga posible la alternativa a los Gobiernos de derecha.
A estas alturas, Rib¨® y los dem¨¢s dirigentes de IC creen tambi¨¦n que la situaci¨®n es de dif¨ªcil reconducci¨®n. "Desde febrero hemos pedido repetidamente reuniones con IU para resolver las diferencias", explica Rib¨®, "pero ha sido en vano. Por lo visto, lo que de veras preocupa a Anguita es llegar en diciembre a la V Asamblea de IU sin que nadie discuta su actuaci¨®n. Es decir, habiendo eliminado de IU a quienes rechazan su liderazgo".
Algunos dirigentes de IC estiman desde hace tiempo que la relaci¨®n con IU es ya "insostenible". El ex senador Pere Portabella lo reiter¨® ayer en una conferencia en la Universitat Catalana d'Estiu, en Prada de Conflent. Pesimista, vaticin¨®: "Habr¨¢ una separaci¨®n que nosotros no deseamos y que tendr¨¢ resultados negativos para IC". Portabella cree que esta ruptura "definitiva" podr¨ªa producirse en tomo a las elecciones gallegas de octubre.
En cambio, Rib¨® opina que no est¨¢ nada claro que Anguita se atreva a presentarse en Catalu?a a unas elecciones sin IC porque, a su juicio, tiene el fracaso asegurado. Los riesgos para Anguita son mayores si las primeras citas electorales son las municipales y las auton¨®micas, porque son comicios en los que pesa mucho el arraigo territorial de partidos y candidatos.
Los anguitistas son minoritarios en IC y en el seno de la organizaci¨®n no existe el caldo de cultivo para una fractura como la que dividi¨® en dos mitades al PSUC en 1981. Quienes est¨¢n dispuestos a convertirse en la base catalana de IU son los comunistas ortodoxos del PCC, pero esta peque?a formaci¨®n ha cosechado tambi¨¦n rotundos fracasos cada vez que ha ido a las elecciones sin aliarse con IC o con los socialistas, con quienes lo hizo en 1991.
"Nosotros tuvimos que aprender de la divisi¨®n del PSUC en 1981, a un precio muy alto, que la din¨¢mica de la confrontaci¨®n interna en los partidos es negativa y el electorado la castiga sin piedad". Por ello, agrega Rib¨®, IC "hace y har¨¢ todo lo posible para evitar la ruptura". En su opini¨®n, "lo m¨¢s sensato ahora, para evitar males mayores, es pararle los pies a Anguita".
Tras la divisi¨®n de 1981, el PSUC pas¨® de haber obtenido ocho diputados en las Cortes Generales en 1979 a uno en las elecciones de 1982. Y de 25 diputados auton¨®micos en 1980 a cinco en 1984. Una divisi¨®n ahora ser¨ªa probablemente tambi¨¦n funesta. Los dirigentes de IC est¨¢n convencidos, sin embargo, de que aquellos a quienes califican como "los m¨¢s brutos" del grupo dirigente del PCE e IU les es indiferente que IU no salga beneficiada de esa divisi¨®n con tal de que con ella se impida la consolidaci¨®n de IC.
La ruptura ser¨ªa tambi¨¦n un contratiempo para la opci¨®n de alternativa conjunta de las izquierdas en Catalu?a frente a Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU) promovida por IC para las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas. Aunque Rib¨® conf¨ªa en que, si la din¨¢mica de confluencia se consolida, los perjudicados sean s¨®lo los promotores de la fragmentaci¨®n.
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