Esto no es Hollywood
En una de las m¨¢s largas, aburridas y gratuitas escenas de la violenta producci¨®n francesa Dobermann, mientras el terrible polic¨ªa Christini le da una bomba de mano a un ni?o para intentar hacer hablar a su padre travestido, le dice: "Esto no es Hollywood". Y, realmente, tiene mucha raz¨®n porque, a pesar de los esfuerzos del realizador Jan Kounen para que su pel¨ªcula parezca norteamericana, s¨®lo es una producci¨®n francesa que trata de imitar una norteamericana.Creadores de un genuino cine negro, que nada tiene que envidiar al norteamericano y en el que abundan las obras maestras, los franceses han intentado con Dobermann en su idea de permanecer a la cabeza del mercado cinematogr¨¢fico europeo, copiar ese nuevo tipo de cine policiaco norteamericano en el que no ocurre nada, no existe la menor intriga, desde un principio queda muy claro qui¨¦nes son los buenos y los malos, y todo gira en torno a la violencia.
Dobermann
Director: Jan Kounen. Guionista: Jo?l Houssin. Fotograf¨ªa: Michael Amathieu. M¨²sica: Schyzomaniac. Int¨¦rpretes: Vincent Cassel, Monica Bellucci, Tcheky Karyo. Francia, 1997. Estreno en Madrid: Palacio de la M¨²sica, Palafox, Acte¨®n, T¨ªvoli, Conde Duque, Liceo, Cartago, La Vaguada, Cristal, Excelsior, Colombia.
Proveniente del campo de la publicidad, el realizador Jan Kounen cuenta en su haber con dos peculiares comedias musicales y una fant¨¢stica, y con Dobermann intenta copiar ese - nuevo tipo de mal cine violento. La verdad es que con sus contrapicados, sus primeros planos distorsionados, su trepidante ritmo de anuncio publicitario y la machacona m¨²sica del grupo Schyzomaniac, consigue imitar la apariencia, pero le faltan medios, efectos digitales, imaginaci¨®n, oficio y actores para alcanzar la fuerza de los productos que trata de copiar.
Violentas peleas
El punto de partida es la serie de novelas seudopoliciacas El Dobermann, escritas a principios de la d¨¦cada de los ochenta por Jo?l Houssin, guionista de esta producci¨®n, convertidas en un gran ¨¦xito en Francia e in¨¦ditas en Espa?a, donde un grupo de maleantes, encabezados por Dobermann, Nasid la Gitana, El Abad y Mosquito, se enfrentan en violentas peleas con unos polic¨ªas que no son m¨¢s que la otra cara de la misma moneda.
M¨¢s cercanas a los dibujos animados, como dejan muy claro los t¨ªtulos de cr¨¦dito, y a las historietas gr¨¢ficas, que al cine propiamente dicho, tal como suele ocurrir en este tipo de producciones, el principal problema de Dobermann, con su absoluta falta de intriga, su alocada planificaci¨®n, sus brutales personajes de una pieza, su atronadora m¨²sica, es que produce un aburrimiento todav¨ªa mayor que sus hom¨®logas norteamericanas.
Sin embargo, llega precedida de un tal ¨¦xito de p¨²blico en Francia, como de rechazo de la cr¨ªtica, que quiz¨¢ vuelva a repetirse aqu¨ª.
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