Las vacaciones de Blair destapan, una guerra de celos en la C¨²pula laborista

Fue una broma lo que puso plenamente ayer al descubierto el grado de animosidad en la c¨²pula del Gobierno laborista de Tony Blair a poco m¨¢s de cien d¨ªas de su triunfo electoral. Molesto por el aparentemente imparable avance del ministro sin cartera Peter Mandelson, el viceprimer ministro John Prescott -t¨¦cnicamente jefe del Gobierno, pues Blair est¨¢ de vacaciones en Francia- recurri¨® al humor para ventilar lo que analistas pol¨ªticos describen como un celo may¨²sculo. Prescott se present¨® ante la prensa con un frasco que capturaba a una rara especie de cangrejo del T¨¢mesis y, en directa alusi¨®n a Mandelson, dijo que el crust¨¢ceo se llamaba Peter."Peter, ?crees que entrar¨¢s en el Ejecutivo?", musit¨® Prescott dirigi¨¦ndose al pataleante cangrejo y haciendo directa alusi¨®n a las ambiciones de Mandelson de formar parte del Comit¨¦ Ejecutivo Nacional del Partido Laborista, un puesto que consolidar¨ªa los ya de por s¨ª amplios poderes del controvertido hombre de confianza de Blair.

Downing Street, Prescott y Mandelson trataban ayer de restar importancia al episodio, optando por describir la comparaci¨®n como una ocurrencia jocosa e inocua. Pero analistas pol¨ªticos, particularmente de la oposici¨®n conservadora, opinan que el incidente expone grandes r¨ªvalidades entre los pol¨ªticos de mayor confianza de Blair. En ausencia de Blair, Mandelson, cuyo estilo modernizador personifica la estretagia del llamado Nuevo Laborismo, se ha convertido en portavoz oficial de Tony Blair.Ello ha eclipsado el papel de Prescott, f¨ªsica e intelectualmente el exponente de la vieja guardia, que no parece nada contenta con las iniciativas de Mandelson o su vertiginoso ascenso al poder desde una influyente posici¨®n de asesor¨ªa que compite cada d¨ªa m¨¢s con la voz de los ministros. La controversia del cangrejo se mantiene, sin embargo, en el marco del anecdotario pol¨ªtico del verano. Quiz¨¢s por eso allegados de Mandelson, hablando en privado, aconsejaban ayer a Prescott que, "para calmarse, se tome unas vacaciones".