Camino de la normalidad
Las 'pubilles' no se suicidaron por Cort¨¦s. Peligroso ¨ªndice de proliferaci¨®n de homenajes a muertos y vivales
Entre que ¨¦l, en su etapa post-Naomi Campbell, va de discreto, y de que en el Empord¨¢ impera la sensatez, ninguna pubilla se arroj¨® desde las almenas del Castell de Perelada durante el par de actuaciones con que Joaqu¨ªn Cort¨¦s nos deleit¨® el pasado fin de semana. M¨¢s que nada, fueron unos cuantos pol¨ªticos lo m¨¢s destacado de cuantos acudieron a admirarle, y tampoco parec¨ªan muy por la labor de abrirse los pulsos por el personaje p¨²blico que m¨¢s sudorina lanza al p¨²blico desde que pis¨® los escenarios la yegua baya de Golfus de Roma. Ni Pere Portabella -tengo que hablar un d¨ªa de estos con ¨¦l, de pol¨ªtica y de IC, naturalmente- ni ,Maci¨¢ Alavedra -y eso que, en su condici¨®n de ex conseller de la Generalitat catalana, anda algo err¨¢tico- pasaron del entusiasmo art¨ªstico a mayores. Qu¨¦ alivio.A lo mejor, ello quiere decir que volvemos a la normalidad invernal, y que ciertos acontecimientos ocurridos a lo largo del verano quedar¨¢n en nuestra memoria a t¨ªtulo de simples pesadillas, como la congelaci¨®n de Max Aub en un procedimiento de recuperaci¨®n que 'tiene m¨¢s que ver con la taxidermia que con el conocimiento, y que ha sido rubricado por la propia firma de la madre de todos los taxidermistas, el propio Aznar, ¨¢vido de colocar la momia de Aub junto a la de C¨¢novas. Me nos mal que los muertos ya no sufren, o eso dicen.
La prueba de que regresamos a la normalidad m¨¢s normal la tenemos en la proliferaci¨®n de homenajes. En Chile, los partidarios de P¨ªnochet -ninguna condena para don Augusto por sus carnicer¨ªas, pero bien que el que fue presidente de la RDA ha sido condenado por sus crimenes: debe ser ,por el factor coagulante de lo rojo- se apresuran a ofrecerle cenas y darle las gracias por haber salvado la patria para ellos, que lo hizo, por cierto. Y aqu¨ª, se cena a la salud de Barrionuevo, que el cielo me libre de compararle, aunque tiene su punto. Por otra parte, mientras los descendientes de Somoza pretenden que se les devuelva la fortuna que se les confisc¨® cuando ganaron los sandinistas, los de siempre se re-enriquecen reconstruyendo lo que el terremoto del 72 asol¨®, y que no se hizo en su momento porque el propio Somoza se embolsill¨® la ayuda internacional. Creo que nunca regresar¨¦ a Managua aunque siempre llevar¨¦ en la memoria la vieja catedral con sus im¨¢genes ciegas, sus boquetes abiertos al cielo estrellado,sus reclinatorios de hiedra. Si tan s¨®lo a Marta Ch¨¢varri le fuera bien con Jaime Salaverri, esta arriba firmante ser¨ªa moderadamente feliz, y considerar¨ªa que, las penalidades del verano no han ocurrido en vano, incluido el 60 cumplea?os de Robert Redford, que sigue -sin llamarme, y eso que, en cierto momento -cuando se enamor¨® de Sonia Braga-, llegu¨¦ a considerar que hab¨ªa esperanza, visto que le gustaba lo latino. Debe ser que no soy de su talla. Y si a esto le unes que no s¨¦ si Jordi Pujol se refiere a m¨ª cuando habla de aquellos a quienes el patriotismo s¨®lo les merece "el silencio o la burla", pues tengo como un sinvivir. Porque l¨ªbreme el Nume de reaccionar con semejantes sentimientos. De hecho, viajo siempre con una seria lista de cosas que se podr¨ªan hacer con los patriotismos, tras lo cual vivir¨ªamos todos mucho mejor. Cualquier d¨ªa de estos la paso por Internet.
Entretanto, llueve, y me pregunto si en el pantal¨¢n del N¨¢utico, all¨¢ en Palma de Mallorca, estar¨¢n despidi¨¦ndose ya de los pelillos a la mar. Me atormenta no encontrarme all¨ª, pues tr¨¢tase del lugar ideal para realizar una encuesta entre la clientela, por si se hallan preocupados por el posible descuento de la mejora del IPC en determinadas pensiones. Eso, y la atormentada sensaci¨®n an¨ªmica de que nada vale la pena, desde que el Bar?a mordi¨® el polvo a manos del equipo del consuegro de Chantal y el hombre que la ama, hace que me sienta m¨¢s deprimida que la, Moreneta cuando la Macarena le ense?¨® los pendientes en forma de torrija que le regalaron sus cofrades. Cada a?o, por estas fechas, siento que el Barcelona depende de un brasile?o cuyo nombre empieza por R, que ha costado un past¨®n y que, invariablemente, se vuelve a Brasil dos o tres goles despu¨¦s. Es como volver a Manderley.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.