Un atractivo policiaco
En los a?os noventa, el brit¨¢nico Alex Cox tan s¨®lo rueda la producci¨®n mexicana El patrullero (1991) y, tras permanecer cinco a?os alejado de la direcci¨®n cinematogr¨¢fica, resurge de sus propias cenizas con El ganador (1996), una adaptaci¨®n de la obra teatral A darker purpose, de Wendy Riss, convertida en gui¨®n por el propio autor, una pel¨ªcula cien por cien norteamericana.Lejos de lo que pudiera pensarse, y a pesar de tratarse de un encargo, Alex Cox ha conseguido llevarlo a su terreno de hacer un policiaco personal, con un cierto atractivo, que se sale un tanto de lo habitual y no tiene nada de teatral. M¨¢s que a los niveles de la un tanto deslavazada historia que cuenta, por la manera de organizar su estructura y el tratamiento cinematogr¨¢fico que recibe.
The winner
Director: Alex Cox. Guionista: Wendy Riss. Fotograf¨ªa; Denis Maloney. M¨²sica; Daniel Licht. Estados Unidos, 1996. Int¨¦rpretes: Rebecca DeMornay, Vincent D'Onofrio, Michael Madsen, Richard Edson, Saverio Guerra, D¨¦lroy Lindo. Estreno en Madrid: Acte¨®n, Cartago, Conde Duque, Cristal,. Luna (versi¨®n original subtitulada).
Con un cierto tono moralizante, Cox mezcla con habilidad a un jugador que gana siempre que apuesta en domingo, una cantante que atrae a cuantos hombres se cruzan en su camino, dos hermanos enamorados de una misma mujer, un terceto de criminales empe?ado en quedarse por la fuerza con el mucho dinero que circula, una tormenta que azota sobre Las Vegas, y un par de propicios apagones de luz.
La sucesi¨®n de encuentros y enfrentamientos entre sus diversos personajes, a que se reduce El ganador, Cox la rueda de una manera muy personal, a base de largos planos, que unas veces conserva en su integridad y otras trocea para conservar s¨®lo lo que le interesa, adem¨¢s de otros afortunados hallazgos expresivos, como el final en que se apaga la luz de una sala de juego, de un edificio, de Las Vegas e incluso las estrellas dejan de brillar en el cielo.
De manera que El ganador, apoyada por la siempre desconcertante presencia de Rebecca DeMornay, consigue aparecer como una de las pel¨ªculas m¨¢s representativas del peculiar estilo de Alex Cox, un realizador que comienza su carrera con mucha fuerza, pero que ha chocado en demasiadas ocasiones con el orden cinematogr¨¢fico establecido y ha debido serenarse bastante para acabar siguiendo una trayectoria m¨¢s que irregular.
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