Despu¨¦s del voto

LA ELEVADA participaci¨®n -superior a un 70% del censo- y la ausencia de incidentes significativos en las elecciones municipales en Bosnia constituyen en s¨ª mismas un ¨¦xito para un proceso de paz que muchos daban por cl¨ªnicamente muerto. El mayor reto empezar¨¢ ahora, cuando se trate de concretar en nuevos concejos municipales los resultados oficiales que se anunciar¨¢n a partir del s¨¢bado. Cabe destacar ya el aparente buen resultado obtenido en Banja Luka por los partidos que apoyan en la parte serbia de Bosnia a la presidenta de la Rep¨²blica Srpska, Biljana Plavsic, ahora enfrentada a Radovan Karadzic y sus pistoleros de Pale, definidos como criminales de guerra.El derecho de los desplazados en la guerra a votar en sus lugares de origen hab¨ªa generado muchas tensiones en estas elecciones, ya que, en principio, permite a los que salieron vivos, de las distintas limpiezas ¨¦tnicas recuperar parte del control de las ciudades y pueblos que hab¨ªan tenido que abandonar a la fuerza. Los m¨¢s perjudicados ser¨ªan los croatas, que fueron los que m¨¢s espacio conquistaron, y, en segundo t¨¦rmino, los serbios de Bosnia. Queda, sin embargo, por conocerse en profundidad el verdadero tenor de las promesas hechas por los mediadores y representantes internacionales a los croatas y serbios m¨¢s radicales para que depusieran su actitud de boicoteo a estos comicios.La comunidad internacional debe seguir presionando, esta vez para que se constituyan y funcionen en el plazo previsto los concejos municipales surgidos de estas elecciones. Los nuevos concejos municipales deber¨¢n cumplir unos criterios estrictos antes de recibir el visto bueno de la Organizaci¨®n para la Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (OSCE), organizadora de estas elecciones, en un plazo de tres meses. La OSCE tendr¨¢ capacidad de disolver aquel concejo que no se hubiera reunido en un periodo dado.

La comunidad internacional cuenta as¨ª con numerosas cartas que esgrimir, pues a las disposiciones anteriores hay que a?adir la capacidad de presi¨®n diplom¨¢tica y econ¨®mica sobre Belgrado y Zagreb para obligar a colaborar a sus aliados en Bosnia; la ayuda financiera internacional, cuyo grifo puede cerrarse a los municipios que no cooperen o no admitan el regreso de refugiados, o la actuaci¨®n de la Fuerza de Estabilizaci¨®n (Sfor), bajo mando de la OTAN, que tambi¨¦n esta capacitada para ayudar a que se apliquen los resultados electorales, y que -pese a la opini¨®n de Clinton- tendr¨¢ que permanecer en Bosnia con un importante componente estadounidense bastante m¨¢s all¨¢ de la fecha prevista para su retirada, a mediados de 1998.

El objetivo de generar a trav¨¦s de la vida municipal un proceso de cooperaci¨®n, coexistencia e incluso de nueva convivencia ¨¦tnica en Bosnia es ambicioso. Si no progresa, el esfuerzo desplegado por la comunidad internacional, y en particular por la Organizaci¨®n para la Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa, habr¨¢ resultado no s¨®lo in¨²til, sino incluso perjudicial para las elecciones generales y presidenciales que tendr¨¢n lugar en Bosnia en 1998. Estos comicios habr¨¢n de contrarrestar los que se celebraron en 1996, en unas condiciones sumamente fraudulentas que, afortunadamente, no se han repetido en las municipales.