Estudiantes choca contra un imposible
El Benetton de Obradovic se impuso con suficiencia
Sin alardes, sin la m¨¢s m¨ªnima concesi¨®n a la galer¨ªa, el Benetton de Zeljko Obradovic se impuso con toda la suficiencia imaginable, m¨¢s all¨¢ del resultado final, a un Estudiantes que lejos de aliviar sus carencias las ense?¨® sin disimulo. Chocaron los madrile?os en su deb¨² en el torneo con un enemigo tan academicista y feroz como su entrenador. Pero chocaron, sobre todo, con un imposible: derrotar a un rival superior en todos los sentidos.La tarjeta de presentaci¨®n del Benetton empujaba a un pesimismo de todo punto razonable. Su m¨¢s reciente gesta consisti¨® en abofetear al Kinder Bolonia, Danilovic incluido, en la final de la Supercopa italiana. Paladeando a¨²n semejante fest¨ªn se present¨® el Benetton en el Palacio. Y no resulta extra?o que desde el saque inicial aquello pareciera visto para sentencia. Como as¨ª fue.
Nunca dio la sensaci¨®n el Estudiantes de poderse imponer, por mucho coraje y esas cosas que le echara al asunto, a un rival cuyo baloncesto grita a los cuatro vientos el nombre del inquilino de su banquillo: Obradovic. O lo que es lo mismo, defensa, defensa, defensa. A los 10 minutos Estudiantes ense?aba siete m¨ªseros puntos a su favor. Lo dicho: Obradovic.
Durante una eternidad, Estudiantes se ahog¨® en todas sus limtaciones, lo que le sirvi¨® a uno de los mejores pivots del continente, el yugoslavo Rebraca, para sembrar el p¨¢nico. Con 19 puntos conseguidos y la sensaci¨®n de ha ber ridiculizado a Whisby, De Miguel, Vecina y Estudiantes en pleno, se fue el serbio al vestuario. Lo mismo le dio que en la primera acci¨®n del partido Whisby le colocara un tap¨®n. M¨¢s que nada porque lo que le devolvi¨® fue un curso completo, y gratuito, de c¨®mo se juega bajo una canasta.
En los tres primeros minutos Estudiantes encest¨® un punto y perdi¨® cuatro balones. Terror¨ªfico. Consigui¨® a duras penas aguantar en defensa, pero todos sus ataques carecieron de la m¨¢s m¨ªnima coherencia. Incapaces de asomarse al fort¨ªn de Obradovic, todas sus andanadas se perd¨ªan en lanzamientos sin posici¨®n, pases temblorosos, movimientos imprecisos y otros argumentos por el estilo, de esos que llevan al baloncesto a la categor¨ªa de suplicio.
Rechaz¨® Estudiantes las primeras intentonas de su rival. Y por eso lleg¨® al minuto diez virgen en ataque pero apenas herido en defensa (7-14). Pero con aquel disparate acab¨® Rebraca. Y lo hizo encadenando 10 puntos consecutivos, subiendo al marcador un demoledor 11-24 y abri¨¦ndole a Estudiantes la puerta del infierno.
Pese a todo, los hab¨ªa que segu¨ªan so?ando con la remontada. Lo que resulta l¨ªcito conociendo a un Estudiantes que con 15-24 en el marcador se atrevi¨® a so?ar, por lo que Obradovic hizo sonar la bocina, reuni¨® a los suyos, que hab¨ªan aflojado en defensa y con sus cuatro gritos de rigor solvent¨® el asunto. En el descanso, apenas quedaban interrogantes (22-34).
Pero Estudiantes no dejaba de estar en un terreno en el que a veces se ha movido bien: el de la heroica, la machada inesperada. Por eso su regreso a escena tuvo un aspecto arrebatador. Su entrenador, Hern¨¢ndez, ech¨® mano de una defensa zonal que le cort¨® las alas a Rebraca, pero que puso a volar a sus compa?eros de fuera, que comenzaron a adquirir protagonismo.
Las diferencias aumentaron, hasta una m¨¢xima de 23 puntos (39-62), a siete minutos del final. Los jugadores del Benetton comenzaron a divertirse. Obradovic, no. Se fue Bonora al banco, con cuatro personales, y Estudiantes cogi¨® aire. El equipo se aprovech¨® de la desidia de un rival que se sent¨ªa en el trono. Menguaron las distancias porque Estudiantes vivi¨® un rato fren¨¦tico. A 3:22 de la conclusi¨®n el marcador se hab¨ªa apretado hasta un imprevisible 54-64. Pero aquello no sirvi¨® m¨¢s que para ponerle un moment¨¢neo freno a la agon¨ªa.
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