Los genes y la complejidad de la vida
Hace 53 a?os el f¨ªsico Erwin Schrodinger escribi¨® un libro llamado ?Qu¨¦ es la vida? en el que hac¨ªa algunas de las preguntas m¨¢s complejas entonces imaginables sobre biolog¨ªa: ?Cu¨¢l es el tejido de la herencia? ?Cu¨¢ndo se dice que un trozo de materia est¨¢ vivo? ?Qu¨¦ clase de proceso perpet¨²a los genes? Una generaci¨®n de j¨®venes cient¨ªficos ley¨® el libro, se sinti¨® profundamente atra¨ªda por la gran b¨²squeda de la biolog¨ªa y procedi¨® a desenmara?ar los secretos del ADN, a desarrollar m¨¦todos para una biotecnolog¨ªa comercial, y, en la ¨²ltima d¨¦cada, a comenzar a descifrar la secuencia molecular de cada gen del cuerpo humano.Su triunfo es un triunfo del reduccionismo -el intento de describir todo proceso biol¨®gico examin¨¢ndolo hasta el m¨¢s m¨ªnimo detalle- Los bi¨®logos cre¨ªan que, identificando y estudiando genes individualmente, podr¨ªan saberlo todo sobre el cuerpo humano, incluyendo todas sus enfermedades, desviaciones mentales, y, por ¨²ltimo, su muerte.
Pero, como un n¨²mero creciente de cient¨ªficos est¨¢ llegando a creer, buscar a trav¨¦s de la cornucopia de cromosomas es como lanzarse de cabeza contra una pared de ladrillo. "Conocer la secuencia de genes aislados no te dice nada sobre la complejidad de la vida", dice Brian Goodwin, un bi¨®logo te¨®rico del Reino Unido.
Comportamientos
"Un gen hace una. prote¨ªna, y eso es todo", dijo Goodwin en una reciente entrevista. "No te dice c¨®mo las prote¨ªnas se interrelacionan, c¨®mo c¨¦lulas y tejidos se comunican, c¨®mo se forman los ¨®rganos, c¨®mo se forma un sistema inmunol¨®gico o c¨®mo funciona la evoluci¨®n". Goodwin pertenece a un relativamente peque?o grupo de bi¨®logos te¨®ricos especializados en dise?ar nuevos conceptos biol¨®gicos que van m¨¢s all¨¢ del nivel de genes aislados. Como miembro de este grupo, se ve constantemente enfrentado a la gran mayor¨ªa de bi¨®logos experimentalistas, que insisten en que todo nuevo concepto, para ser aceptado, debe ser comprobable usando m¨¦todos comunes de laboratorio y no usando las simulaciones por ordenador y otras t¨¦cnicas a las que Goodwin recurre para dise?ar sus teor¨ªas. Pero la gente apenas oye hablar de este grupo, se quej¨®.Lo que la gente oye en la televisi¨®n o lee en los peri¨®dicos es que se ha encontrado un gen responsable de la adicci¨®n al peligro, del alcoholismo, de la sociabilidad, de la homosexualidad -comportamientos complejos que no pueden ser explicados por una mutaci¨®n en un gen aislado-.
Esta visi¨®n genoc¨¦ntrica de la biolog¨ªa es tan enga?osa como peligrosa, dijo Goodwin, porque engendra un pensamiento simplista que incita a que la sociedad acepte el determinismo gen¨¦tico, convirtiendo la responsabilidad personal en sino gen¨¦tico -"No soy culpable, Su Se?or¨ªa, mis genes me forzaron a hacerlo"_-.
La alternativa a los pensamientos reduccionista y genocentrista se conoce como todismo, seg¨²n Scott Gilbert, un bi¨®logo de desarrollo de Pennsylvania (EE UU). Los todistas creen que el todo es mayor que la suma de sus partes; incluso si conoces todas las propiedades de cada parte, no comprender¨¢s el todo, porque falta algo, dijo Gilbert. Ese algo incluye propiedades especiales que, emergiendo de las partes en interacci¨®n, afectan al todo.
Los defensores del reduccionismo no se sienten afectados por tanta cr¨ªtica. Seg¨²n Lewis Wolpert, profesor de anatom¨ªa en Londres, la biolog¨ªa moderna ha realizado sorprendentes progresos a trav¨¦s del reduccionismo. La noci¨®n de que las llamadas "propiedades emergentes" son imprescindibles para comprender a los organismos vivos es, textualmente, "un mont¨®n de basura, mucha palabrer¨ªa y nada m¨¢s". "Hablar sobre la necesidad de diferentes niveles de organizaci¨®n no nos sirve de nada", dijo Wolpert en una reciente entrevista. "Se dice que hay 100.000 genes en cada c¨¦lula, as¨ª que ?c¨®mo vamos a integrar toda esa informaci¨®n? Va a ser dif¨ªcil, pero no creo que necesitemos una nueva ciencia para hacerlo. El reduccionismo sigue siendo sorprendentemente productivo. No tenemos los detalles, pero los fundamentos est¨¢n bien claros". Sydney Brenner, un bi¨®logo de San Diego, (EE UU), se llama a s¨ª mismo un "reduccionista pr¨¢ctico", alguien que reduce la informaci¨®n siempre que es posible. "La biolog¨ªa se complica tanto y nuestros cerebros son tan lineales que hay problemas que seguramente no podemos resolver con el reduccionismo", dice Brenner. "Pero me gusta pensar que estos problemas son como los impuestos: No puedes evadirlos, pero hay formas legales de evitarlos". Esto se puede hacer, seg¨²n Brenner, usando avanzadas herramientas de investigaci¨®n que incluyen ordenadores, para encontrar pautas entre los genes, tintes fluorescentes para iluminar aquellos genes que est¨¦n activos en una c¨¦lula cualquiera, y la comparaci¨®n de genes de diferentes animales para ver c¨®mo se intercambi¨® informaci¨®n gen¨¦tica durante la evoluci¨®n.
Pero los bi¨®logos te¨®ricos argumentan que estos m¨¦todos no tienen por qu¨¦ solucionar el problema de entender la vida. El reduccionismo ha sido incre¨ªblemente ¨²til -indispensable, de hecho- pero no servir¨¢ para el pr¨®ximo nivel de investigaci¨®n, dicen.
"Aprender datos sobre el genoma y considerarlo un medio para comprender los procesos biol¨®gicos es como aprender un idioma memoriz¨¢ndose el diccionario", dice Claudio Stern, de Nueva York. "Tienes todas las piezas, pero te faltan las reglas".
La vida no es una mercanc¨ªa
Seg¨²n Brian Goodwin, un bi¨®logo te¨®rico, el ¨¦nfasis que se ha puesto en el reduccionismo no es bueno para la sociedad. "Seg¨²n la biolog¨ªa actual, los genes determinan organismos, y los organismos son simplemente colecciones accidentales de genes que nos son ¨²tiles funcionalmente a los seres humanos. Por lo tanto, es perfectamente leg¨ªtimo cambiar la composici¨®n gen¨¦tica de un organismo para que se adapte a nuestras necesidades. Podemos crear pollos y pavos con una enorme cantidad de carne en la pechuga, si bien estos animales no se pueden reproducir ni llevar una vida normal. Est¨¢ bien cambiarles para eso", comenta."Pero estas cosas", a?ade, "hieren profundamente nuestra relaci¨®n con el mundo natural y con nosotros mismos, porque significa convertir toda nuestra vida en una mercanc¨ªa. Me anima a pensar que t¨² eres un manojo de c¨¦lulas o genes, que tienen un potencial valor comercial. Para m¨ª, esto es suicidio. Los organismos no son s¨®lo una forma de sobrevivir. Tienen un valor intr¨ªnseco, valen en y por s¨ª mismos, como las obras de arte".
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