Alma y pasi¨®n

Pase lo que pase de aqu¨ª al domingo, Severiano Ballesteros no piensa cambiar ni una letra de su epitafio. "?C¨®mo le gustar¨ªa que le recordaran despu¨¦s de la Ryder?", le preguntaron ayer. "Como alguien que siempre dio el 100% al equipo", respondi¨® sin titubear.Menos dudas a¨²n puede levantar esa sentencia para quien le vea estos d¨ªas de tensi¨®n manejarse por el campo -al volante de un buggy, recorriendo de lado a lado, saltando hoyos, el campo, con un auricular en la oreja y un walkie talkie en la mano, en comunicaci¨®n permanente con sus ayudantes, Jim¨¦nez y James; par¨¢ndose para ver el juego de sus muchachos, para dar consejos, para recibir sugerencias...

El que fue l¨ªder jugando es l¨ªder capitaneando. Y hasta sus errores - se echan en saco roto por una, sencilla raz¨®n: la misma pasi¨®n que le lleva a meter la pata, a acalorarse y romper con quien haga falta.

Y ah¨ª est¨¢. Aqu¨¦l para quien la victoria es lo que cuenta, enfrent¨¢ndose al mayor desaf¨ªo de su carrera a los 40 a?os. Quiz¨¢s por eso eche un poco el freno. "S¨ª, siempre es bueno jugar con pasi¨®n", dice. "Pero siempre de forma tranquila".