El Estado italiano dejar¨¢ de pagar a los arrepentidos de la Mafia
El Gobierno italiano no est¨¢ dispuesto a seguir manteniendo a los arrepentidos de la Mafia, cuya aportaci¨®n al desmantelamiento de la poderosa organizaci¨®n criminal est¨¢ cada vez menos clara. Una nueva ley que perfila en estos momentos la Comisi¨®n de Justicia del Senado italiano propone que los propios arrepentidos corran con los gastos derivados de su protecci¨®n.Con una n¨®mina de 1.060 colaboradores de la justicia, la mayor¨ªa de ellos con familia, lo que eleva la cifra total de personas bajo protecci¨®n a m¨¢s de 6.000, el Estado italiano parece haber tocado techo. Sufragar los alquileres de casas, los colegios de los hijos, las nuevas identidades y nuevas actividades de los arrepentidos arroja una factura de unos 10.000 millones de pesetas al a?o.?Y todo eso para qu¨¦? Se queja la clase pol¨ªtica italiana, particularmente la derecha, la m¨¢s afectada por procesos en curso o denuncias sin probar de los arrepentidos. La ¨²ltima de las cuales trazaba una conexi¨®n entre el l¨ªder de Forza Italia, Silvio Berlusconi, el atentado en Florencia en 1993 y una supuesta petici¨®n de suprimir al ex magistrado Antonio Di Pietro.
Si la ley sale adelante -y la unanimidad es total en el cap¨ªtulo de gastos-, los arrepentidos estar¨¢n obligados a declarar el monto total de los bienes acumulados en su actividad ilegal en el plazo de seis meses desde el comienzo de su colaboraci¨®n con la justicia. El Estado pagar¨¢ ¨²nicamente las facturas de aquellos que carezcan de medios propios y lo har¨¢ con cargo a un fondo de solidaridad creado con dinero requisado a delincuentes y mafiosos.
La nueva legislaci¨®n, que contempla incluso la modificaci¨®n del art¨ªculo 192 del C¨®digo Penal que da valor de prueba a las declaraciones coincidentes de dos o m¨¢s arrepentidos, es una respuesta al desprestigio sufrido en los ¨²ltimos a?os por la figura del arrepentido. Desde que el capo Tommaso Buscetta ofreciera su colaboraci¨®n a la justicia hace 13 a?os, la cifra de desertores de la Mafia ha aumentado espectacularmente sin que tal cantidad haya tenido un reflejo en la calidad de la informaci¨®n ofrecida.
Algunos esc¨¢ndalos particulares han contribuido en los ¨²ltimos tiempos a elevar la temperatura anti arrepentido en la sociedad italiana. En, oto?o pasado, por ejemplo, Baldasarre Di Maggio, el hombre que denunci¨® al capo de Cosa Nostra Tot¨® Riina, y uno de los que afirman haber sido testigos de un cari?oso encuentro entre Riina y el ex primer ministro Giulio Andreotti, reconoci¨® haber recibido 50 millones de pesetas del Estado: por sus servicios. Di Maggio, se neg¨® a testificar en cambio en el juicio sobre el atentado que cost¨® la vida al juez Giovanni Falcone. Este verano, dos arrepentidos de escaso relieve advirtieron que no mantendr¨ªan en el juicio declaraciones hechas durante la investigaci¨®n judicial. La nueva ley ha encontrado, no obstante, enorme resistencia entre los fiscales que investigan a la Mafia. Para Antonio Ingroia, fiscal sustituto de Palermo, la modificaci¨®n del art¨ªculo 192 del C¨®digo Penal entra?ar¨ªa un error garrafal.
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