Primer triunfo del Espanyol en Montjuic

El gui¨®n de Montj¨¹ic fue el de siempre, pues el inquilino del estadio Ol¨ªmpico, el Espanyol, defiende un discurso plano. El desenlace, sin embargo, fue favorable por una vez a los intereses del grupo de Camacho. Un solitario y ag¨®nico gol de Pochettino permiti¨® al club blanquiazul apuntarse la primera victoria oficial y acabar con la psicosis del empate.Camacho no investiga, aplica. El Espanyol dise?¨® un, partido seg¨²n lo previsto, es decir, poniendo a sus centrales, Nando y Pochettino, de carceleros de Penev y Ohen, y ordenando al resto la habitual combinaci¨®n de f¨²tbol b¨¢sico y de toque, cualidad s¨®lo aplicable al rumano Galca, el principal conductor de los blanquiazules. La alternancia fue ahora un balonazo, ahora una combinaci¨®n.

El Compostela jug¨® con pulcritud y estuvo por encima de sus individualidades, pero actu¨® sin demasiada claridad. Disciplinado y bien puesto sobre el campo, el conjunto gallego gan¨® el partido en el primer acto. Passi, en el centro, abr¨ªa con eficacia el cuero hacia los laterales. Las subidas de Nacho se convirtieron en una pesadilla de la zaga blanquiazul.

La entrada de Popov por el lesionado Villena oblig¨® a un cambio t¨¢ctico. El ruso par¨¦ las internadas de Nacho. El Espanyol, sin ideas, respir¨®. La entrada de Luis Cembranos y Arteaga, por Pacheta y Ou¨¦dec, fue el punto de inflexi¨®n del grupo local.