La copa, los vinos, el crimen
Georg J. Riedel es el creador, el presidente, empresa no, el trotamundos de las copas nombradas simple y familiarmente entre las gentes del vino "copas Riedel". La finura del cristal de roca y de otros cristales, la elegancia, el estudio constante, han acreditado esta marca en el mundo. Anteayer, por primera vez en Espa?a, el propio Riedel presidi¨® una comida de 15 comensales escogidos entre sumilleres cosecheros, en¨®logos, periodistas y conocedores m¨¢ximos del vino. La reuni¨®n ten¨ªa un principio y un fin: a partir de 12 copas, todas destinadas a correr los caminos de la tierra como los mejores "mensajeros" del vino, elegir la copa ideal para beber los vinos que da la uva espec¨ªficamente hisp¨¢nica: la tempranillo. La operaci¨®n fue minuciosa y m¨¢gica; se sirvi¨® uno de los vinos tintos m¨¢s gloriosos, o el m¨¢s, de Rioja: Cosme Palacios y Hermanos (1.200 pesetas la botella); fue tambi¨¦n "conejillo de Indias" el Pesquera de 1994 (1.400 pesetas en la tienda); el riojano Berberana (1.000 pesetas aproximadamente) se prest¨® a la operaci¨®n, como la nueva gloria de Ribera del Duero: el vino llamado Ali¨®n (2.400 pesetas en la tienda), situado a la altura de los tres o cuatro grandes de esta zona. Por fin surgi¨® la copa del tempranillo, que en la Ribera, por ejemplo, la llaman tinta fina. La copa es esbelta, de amplio pie redondo, de tallo fino y con estatura, levemente cerrada en la embocadura, amplia panza y, de repente, se estrecha de nuevo al palpar la parte alta del tallo.Despu¨¦s de haber triunfado con la copa de tempranillo, que costar¨¢ 1.500 pesetas desde que, muy r¨¢pidamente, se comercialice, el elegante, exquisito y generoso se?or Riedel invit¨® a sus colaboradores a un almuerzo en un hotel madrile?o que alg¨²n gu¨ªa lo se?ala como el mejor de la capital de Espa?a. Y entraron en juego otras generosidades: la de Alejandro Fern¨¢ndez, que ofreci¨® su mejor vino para la comida (Janus Pesquera 1986), un vino blanco de la mundial Chardonnay que Carlos Falc¨® elabora por primera vez en su finca de Malpica (Toledo). Y el tercer generoso lo fue Pablo ?lvarez (Vega Sicilia), aportador de su cosecha sublime de 1986, que a¨²n no la comercializar¨¢ hasta la primavera inmediata; pero, de propina, don Pablo ?lvarez quiso mojar los labios y el paladar y el coraz¨®n de todos con un magnum (dos botellas) de La Roman¨¦e Cont¨ª, vino de Borgona, considerado como el rey y la reina al tiempo del mundo entero. La botella indicada, en un restaurante de Nueva York, puede costar, sin que nadie se espante, 750.000 pesetas... Pero "el crimen" de la comida no lo es el precio de esta botella, que se cotiza como se cotiza un coche deportivo que podr¨ªa sustituirse por otro coche deportivo mil veces m¨¢s barato. El crimen provoc¨® un grito del comensal atacado, y empalideci¨® a todos los dem¨¢s y les abri¨® la boca a modo de manifestaci¨®n del espanto, cuando un camarero de un hotel de todas las campanillas oficiales sirvi¨® el agua de una botella fr¨ªa, como es normal, en el sue?o de todos los que sue?an para vivir de alguna manera: en la copa que atesoraba el sorbo de La Roman¨¦e Cont¨ª que le correspond¨ªa a uno de los so?adores, el que grit¨® y enmudeci¨®.
Para reposo y sabor del futuro inmediato, dos vinos blancos: Scala Dei (1.250 pesetas), de la zona del Priorato; es un vino diferente, arom¨¢tico, suave, muy sabroso y eterno casi cuando se degusta. Otro tranquilizante: el vino Enate Chardonnay 234, del Alto Arag¨®n; ya fue presentado y apreciado el ¨²ltimo septiembre, est¨¢ al alcance de todos los bolsillos y, como el anterior, es de 1966. Todo juventud, sin crimen.
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