Los partidos gallegos intentan conseguir la mayor movilizaci¨®n electoral auton¨®mica
Las principales fuerzas pol¨ªticas gallegas esperan que hoy, en las quintas elecciones auton¨®micas que se celebran en esta comunidad desde 1981, se superen todos los ¨ªndices de participaci¨®n de las anteriores convocatorias. El PP y la coalici¨®n PSOE-Esquerda Unida-Os Verdes han sido los que m¨¢s ¨¦nfasis han puesto en sus llamamientos a la ciudadan¨ªa para que acuda a las urnas. El censo registra 2.333.064 votantes inscritos para elegir los 75 esca?os del Parlamento, y las ¨²ltimas encuestas publicadas predicen una participaci¨®n cercana al 70%, cuatro puntos m¨¢s que en los anteriores comicios de 1993.
El mito de la Galicia abstencionista se fragu¨® en los primeros a?os de la democracia, especialmente en 1980 con ocasi¨®n del refer¨¦ndum sobre el Estatuto de Autonom¨ªa, que fue ignorado por casi el 70% de la poblaci¨®n. Sin embargo, la tendencia se ha quebrado en los ¨²ltimos a?os. En las elecciones generales de 1996 se alcanz¨® la marca hist¨®rica de 71,40% de participaci¨®n. Tradicionalmente los votantes se retraen m¨¢s en las auton¨®micas, pero hace cuatro a?os ya acudieron a las urnas el 65,79% de los inscritos en el censo.La norma sociol¨®gica general es que los altos ¨ªndices de participaci¨®n benefician a la fuerza pol¨ªtica m¨¢s votada, en este caso el Partido Popular, que en el anterior Parlamento contaba con 43 diputados y que, seg¨²n las ¨²ltimas encuestas publicadas, podr¨ªa renovar hoy esta holgada mayor¨ªa absoluta.
No demasiado enfermos
Fraga no ha reparado en palabras para invitar a sus militantes a que se movilicen y hagan proselitismo entre la ciudadan¨ªa. El veterano dirigente conservador quiere que "a ning¨²n votante le falte un coche", que hasta "los enfermos que no lo est¨¦n demasiado" sean conducidos a los colegios. Sue?a con unas urnas "que exploten por las cantidades enormes de papeletas".En estas elecciones ha cobrado una importancia inesperada el sufragio de los emigrantes, que suman 232.067, casi el 10% del total, con lo que f¨¢cilmente podr¨ªan dirimir alg¨²n esca?o muy disputado. La pol¨ªtica de la Xunta en Suram¨¦rica ha conseguido que en s¨®lo un a?o el censo de los llamados residentes ausentes haya crecido un 55%. En los dos ¨²ltimos d¨ªas de campa?a, el Gobierno aut¨®nomo ha llegado a pagar una excursi¨®n por Galicia de 150 emigrantes, que confesaron que ven¨ªan con la papeleta en el bolsillo o hab¨ªan votado ya antes de salir de sus pa¨ªses.
Con estos antecedentes, los adversarios del PP han lanzado advertencias en los ¨²ltimos d¨ªas sobre le necesidad de extremar las precauciones para velar por la pureza de los comicios. El propio Felipe Gonz¨¢lez se sum¨® el jueves en A Coru?a a las habituales denuncias de la oposici¨®n gallega sobre las pr¨¢cticas de "acarreo de votos" en las zonas rurales, donde los militantes del PP suelen desplegar su flota de autom¨®viles para llevar hasta los colegios a los habitantes de las aldeas m¨¢s alejadas. Alfonso Guerra ha instado a sus militantes a que se conviertan en "agentes electorales" y otro socialista, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, dej¨® caer el pasado viernes en Ourense sus sospechas sobre los m¨¦todos utilizados para recaudar votos entre la emigraci¨®n.
Por primera vez en Espa?a desde la reinstauraci¨®n de la democracia, la izquierda, que presenta como candidato al ex ministro socialista Abel Caballero, de 51 a?os, acude a unos comicios de ¨¢mbito auton¨®mico con una lista unitaria, aunque rota por la disidencia del coordinador de Izquierda Unida, Julio Anguita. Los dirigentes de la alianza PSdeG-Esquerda Unida-Os Verdes vivir¨¢n la jornada con el coraz¨®n encogido, ya que las ¨²ltimas encuestas publicadas predicen que pueden tener dificultades para superar el resultado -23,47% de los votos- que lograron los socialistas en 1993.
Afrontan, adem¨¢s, la amenaza del Bloque Nacionalista Galego (BNG), que, con el verbo vehemente de su l¨ªder, Xos¨¦ Manuel Beiras, de 61 a?os, aspira a superar a la coalici¨®n y convertirse en la segunda fuerza pol¨ªtica. El hipot¨¦tico sorpasso supondr¨ªa un hecho hist¨®rico en una comunidad que, a pesar de tener una lengua y una cultura propias muy arraigadas, nunca hasta ahora hab¨ªa mostrado, en el terreno pol¨ªtico, grandes inclinaciones nacionalistas.
Los dirigentes de la coalici¨®n se han cansado de recordar que las encuestas fallaron estrepitosamente, en perjuicio del PSOE, en las dos ¨²ltimas elecciones generales. Gonz¨¢lez ha denunciado que los sondeos se manipulan y que las empresas de opini¨®n se ponen de acuerdo para ofrecer datos similares. La esperanza de la izquierda tambi¨¦n est¨¢ en la participaci¨®n: conf¨ªan en movilizar a los 200.000 votantes que normalmente apoyan al PSOE en las generales pero se abstienen en las auton¨®micas.
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