Uno de los nuestros

Nunca fui amigo personal de Pilar Mir¨®; fui colega. Y cuando ella estuvo en la direcci¨®n general de Cine y en la de Televisi¨®n, administrado. Desde ambas, Pilar hizo cosas por el cine espa?ol que nunca se hab¨ªan hecho antes y nunca se volvieron a hacer despu¨¦s. Cuando Pilar Mir¨® dej¨® su despacho del Ministerio de Cultura, muchas de las cosas que ella hab¨ªa hecho se modificaron, como siempre ocurre, a la baja. Pilar era consciente de que el cine espa?ol era de una debilidad industrial cr¨®nica, pero se dio cuenta de que su capital mayor eran los creadores. Y las normas que impuls¨® contribuyeron a reforzar no s¨®lo a los productores, sino tambi¨¦n a los innumerables directores que luchaban por montar sus propias pel¨ªculas. Quiz¨¢ gracias a ella muchos estamos a¨²n en el mapa.Cuando sali¨® de Televisi¨®n fue a¨²n peor. Sus sucesores estuvieron a punto de aniquilar el cine espa?ol, suspendiendo toda colaboraci¨®n durante m¨¢s de dos a?os. Y abrieron de par en par las puertas de la televisi¨®n p¨²blica a la basura.

Sac¨® adelante cosas que a los pol¨ªticos, la mayor¨ªa s¨®lo preocupados por sacarse adelante a s¨ª mismos, jam¨¢s se les hubiesen pasado por la cabeza. Los que hacemos cine aqu¨ª sabemos que el cine espa?ol de los ¨²ltimos quince a?os no hubiera sido el mismo sin ella. Y que en su ¨¦poca se sentaron las bases para que nuestro cine recuperase su dignidad y, poco a poco, se reencontrase con la sociedad, con su p¨²blico. Un proceso a¨²n no consumado pero, finalmente, en marcha, al que ella contribuy¨® de forma decisiva. En los ¨²ltimos a?os la realidad nos hab¨ªa ense?ado a echarla de menos. Porque los que hacemos cine aqu¨ª sabemos que Pilar Mir¨® se parti¨® el pecho por nosotros. Era uno de los nuestros.