Tony Blair aclara ante Helmut Kohl que el Reino Unido no sustituir¨¢ la libra por el euro en 1999

El Reino Unido y Alemania trataron ayer de zanjar diferencias en tomo a la integraci¨®n econ¨®mica europea tras una ca¨®tica jornada burs¨¢til que ilustr¨® la magnitud de la incertidumbre brit¨¢nica frente a la adopci¨®n del sistema monetario ¨²nico. Fue la duraci¨®n de la sesi¨®n que el primer ministro Tony Blair y el canciller germano, Helmut Kohl lo que dio una pauta de la preocupaci¨®n europea tras una serie de confusas se?ales emitidas por Londres en los ¨²ltimos d¨ªas. Al t¨¦rmino de cinco horas de conversaciones a puerta cerrada en Chequers y mientras la City se recuperaba de una sesi¨®n tumultuosa, la portavoz de Blair transmiti¨® el mensaje del primer ministro: "Es improbable que nos sumemos al euro en la primera oleada" en 1999.

"Pero no intentaremos sabotear o minar a otros que quieran seguir adelante con la moneda ¨²nica y usaremos nuestra presidencia europea [que comienza el 1 de enero] de modo constructivo", declar¨® Blair seg¨²n su portavoz. El largo coloquio celebrado en Chequers, la residencia de fin de semana del primer ministro brit¨¢nico, sirvi¨®, seg¨²n la portavoz, para "afianzar las c¨¢lidas relaciones basadas en la confianza y el respeto mutuos".Analistas pol¨ªticos fueron m¨¢s all¨¢ de ese formalismo al darle al encuentro una importancia capital para el futuro del proyecto de integraci¨®n econ¨®mica y la adopci¨®n del euro. Kohl, se?alan esos observadores, dif¨ªcilmente pudo haber dejado pasar a un segundo plano de sus argumentos el nerviosismo de su pa¨ªs y sus socios comunitarios ante lo que perciben como una postura extremadamente confusa y potencialmente perjudicial como la que ha adoptado Londres.

Fuentes oficiales dijeron que Blair se remiti¨® a la largamente esperada declaraci¨®n efectuada horas antes por Gordon Brown, el canciller del Exchequer, seg¨²n la cual resulta improbable que los brit¨¢nicos abandonen la libra esterlina para adoptar el euro, en la "primera oleada", antes de 1999.

Brown subray¨® ayer que el Gobierno laborista no podr¨ªa adoptar ese paso sin antes constatar la solidez de "un per¨ªodo de estabilidad" y que la decisi¨®n final ser¨ªa tomada s¨®lo despu¨¦s de la aprobaci¨®n de cinco "ex¨¢menes cruciales" que permitan afirmar que el proyecto tiene plenamente en cuenta los intereses nacionales.

Brown provoc¨® furor el fin de semana tras enviar enigm¨¢ticas se?ales acerca de los planes del Gobierno en torno al r¨¦gimen monetario unificado. Ayer, cuando se present¨® en el mercado de valores para inaugurar un nuevo sistema computarizado conocido como Big Bang II, Brown intent¨® desesperadamente calmar los nervios de la bolsa. "Ya he dicho que el ingreso (al sistema unificado) en 1999 es altamente improbable. El Reino Unido necesita un per¨ªodo de estabilidad exento de especulaciones", afirm¨®.

Declaraciones ambiguas

A Brown y otros altos funcionarios del Gobierno Blair se les acusa precisamente de provocar especulaciones con declaraciones ambiguas y exploratorias como las que hace tres semanas provocaron una estampida en la bolsa tras una sugerencia de que los laboristas estaban contemplando incorporarse aceleradamente al sistema del euro. Como las dudas persisten, las palabras de Brown no consiguieron frenar instant¨¢neamente la ca¨ªda del ¨ªndice FTSE, que perdi¨® 118 puntos en la fase inicial de la jornada. Su recuperaci¨®n a lo largo del d¨ªa fue lenta, pero el ¨ªndice cerr¨® a 60.1. Muchos corredores se tem¨ªan una mini crisis, ir¨®nicamente el mismo d¨ªa que se conmemor¨® el d¨¦cimo aniversario de la pesadilla financiera del Big Crash.En un indicio de cu¨¢n reacios permanecen los brit¨¢nicos ante el euro, la cadena de televisi¨®n Sky News dijo anoche que la oposici¨®n a la desaparici¨®n de la libra esterlina alcanza a un 70% de la opini¨®n p¨²blica. A ese sector est¨¢n ahora dirigidos los esfuerzos de Blair, que adem¨¢s de ofrecer indirectamente garant¨ªas de que Londres no se sumar¨¢ al euro en 1999, recuerda a los brit¨¢nicos que la posici¨®n oficial no ha variado: Blair quiere obtener antes un segundo mandato en las elecciones del 2002. En ese momento podr¨ªa someter la cuesti¨®n a un refer¨¦ndum.