Los libros de texto luchan en Espa?a contra 6.000 millones de fotocopias ilegales al a?o
La Administraci¨®n, mayor incumplidora de las leyes sobre la propiedad intelectual
El ciudadano espa?ol hace fotocopias ilegales con la misma naturalidad con que aparca mal; es decir, a sabiendas. Pero lo m¨¢s grave es que la Administraci¨®n incurre, por acci¨®n u omisi¨®n, en la reproducci¨®n delictiva y es "la mayor incumplidora de la Ley de Propiedad Intelectual", advierte el Centro Espa?ol de Derechos Reprogr¨¢ficos (Cedro). Este organismo calcula que en Espa?a se hacen 6.000 millones de fotocopias ilegales al a?o, con lo que el sector del libro pierde 45.000 millones de pesetas, y peri¨®dicos y revistas casi mil millones.
Cedro inicia el martes una campa?a en la Universidad sobre un problema que no s¨®lo supone un robo a los autores, si o cuyas consecuencias se traducen por ejemplo en que, sin tanto fraude, los textos universitarios bajar¨ªan un 58,2%.Los editores, temerosos de que se les vaya a fotocopiar el producto, dejan de publicar unos 3.000 libros, sobre todo textos de investigaci¨®n o especializados.
Est¨¢ prohibido reproducir m¨¢s de un 10% de cualquier publicaci¨®n -manuales de ordenadores, partituras musicales- o hacer m¨¢s de siete copias de una obra o fragmento, y en la Universidad, un n¨²mero que sobrepase al de alumnos por clase. El art¨ªculo 152 de la Ley de Propiedad Intelectual permite obtener licencias para reproducir, pero a cambio de pagar una porcentaje que representa los derechos de autor.
"Negocios mafiosos"
"En Espa?a hay grandes negocios mafiosos que reproducen libros enteros y los venden con un beneficio alt¨ªsimo", dice Miguel Mangada, presidente de Cedro. "Cuando se descubren almacenes enteros con ese material, o un se?or paga sin rechistar 32 millones tras una sentencia judicial, te das cuenta de la dimensi¨®n del problema".?se es el delito organizado, pero la desidia de la Administraci¨®n plantea un ejemplo "vergonzoso y frustrante", dice Mangada. "Salvo la Junta de Andaluc¨ªa, que cumple la ley, la Administraci¨®n no :(nuestra sensibilidad. Opta por dar la callada por respuesta, niega que se hagan fotocopias o acaba escud¨¢ndose en la falta de presupuesto. Falla incluso la Generalitat catalana, que ha demostrado respeto por el libro".
La dispersi¨®n auton¨®mica complica las cosas. "Es una odisea llegar al verdadero responsable para contarle lo que hay; mejor dicho, son 17 odiseas", bromea amargamente Mangada. "Hay ejemplos descorazonadores: el Ministerio de Cultura, cuando a¨²n no era tambi¨¦n de Educaci¨®n, ten¨ªa 52 bibliotecas y pagaba como se debe la licencia de uso por cada fotocopia; ahora te encuentras con que la titularidad de esas bibliotecas sigue siendo del ministerio, pero no la gesti¨®n, que est¨¢ transferida a la comunidad aut¨®noma".
Hablando de bibliotecas, la Nacional no paga la licencia. "Con los directivos de la Biblioteca nos llevamos estupendamente, pero estamos en un callej¨®n sin salida, y ser¨ªa triste tener que ir al juez", explica Mangada. "Al parecer, no tienen presupuesto para un estudio que deslinde lo que son fotocopias para investigaci¨®n y fotocopias que tendr¨ªan que pagar derechos de autor. Hace un a?o, nos opusieron un dictamen de la Subdirecci¨®n General de la Propiedad Intelectual que se basa en ese argumento de las fotocopias para investigaci¨®n. Nosotros vamos a presentar otro dictamen, hecho desde luego por un despacho independiente, que contradice al suyo. Lo l¨®gico ser¨ªa un arbitra e de la Comisi¨®n de la Propiedad Intelectual, pero aduce que no tiene competencias".
El pr¨®ximo martes, dos parejas de hermanos mellizos, elegidos para ello, empezar¨¢n a recorrer las universidades explicando los lemas de una campa?a de Cedro (Si copiamos mal, nadie aprueba, Protege la creaci¨®n) a los estudiantes, un sector usuario clave en la reprograf¨ªa. "Existe la idea de que los estudiantes fotocopian porque la fotocopia es m¨¢s barata que el libro", dice Mangada. "Pero si el libro es caro es precisamente porque se fotocopia ilegalmente. La fotocopia es un gran invento, pero no debe servir para perjudicar al generador de todo, es decir, al autor. Adem¨¢s, si las cosas se hicieran bien, en cada fotocopia se pagaban 20 c¨¦ntimos por peseta, pero el due?o de la copister¨ªa podr¨ªa subir una peseta en el precio, y eso a ¨¦l le supondr¨ªa beneficio y al usuario no le arruinar¨ªa".
Controlar el sector reprogr¨¢fico parece -y m¨¢s en esta era de adelantos inform¨¢ticos- milagro descomunal. De hecho, Cedro, que representa a 2.825 autores y editores y que por ley
est¨¢ autorizada para fijar un precio por reproducci¨®n que luego se distribuya a los interesados reconoce que, de las 4.600 empresas de fotocopias, s¨®lo unas cien respetan el derecho de copia con el pago de tina licencia. Un convenio de 1996 entre Cedro y la Sociedad General de Autores y Editores faculta a la primera para disponer de la red de la segunda, 300 representantes que realizan labores de control.
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