El cohete 'Ariane 5', lanzado con ¨¦xito

Esta vez el vuelo no dur¨® s¨®lo medio minuto. Ariane 5, el cohete europeo, super¨® ayer con ¨¦xito su examen. Diecis¨¦is meses antes, un error de software hab¨ªa puesto en entredicho el ¨¦xito comercial y tecnol¨®gico del sustituto de Ariane 4 para el siglo XXI. Las m¨¢s de 700 toneladas de combustible, aluminio y electr¨®nica estallaron entonces en pleno vuelo, 37 segundos despu¨¦s de la ignici¨®n del cohete. Ahora el clima ha sido radicalmente distinto. Ha sido un ¨¦xito. "Este lanzamiento supone un paso de gigante para la Europa del espacio" afirm¨® ayer el ministro belga de Investigaci¨®n, Yvan Ylieff.

En la Guyana francesa, en la base espacial europea de Kourou, Julio Monreal, ingeniero espa?ol, era esta vez director de las operaciones de lanzamiento. La cuenta atr¨¢s se detuvo cuando faltaban siete segundos para las 10 de la ma?ana -hora local- debido a que los ordenadores detectaron alguna anomal¨ªa en las conexiones de las plataformas de instrumentos embarcados. Cuarenta y tres minutos m¨¢s tarde, localizado y resuelto el problema, Monreal acababa ante el micro la cuenta atr¨¢s en un franc¨¦s con un ligero acento espa?ol: "Quatre, trois, deux, un, top. Allumage Vulcain". Y despegaba el Ariane 5, nuevo cohete de la Agencia Europea del Espacio (ESA).En Par¨ªs, en la sala de prensa de Le Bourget, los invitados aplaud¨ªan y volv¨ªan a hacerlo despu¨¦s de 38 segundos desde la ignici¨®n del cohete. "Silencio, por favor", reclamaban unos altavoces que no se conformaban con ese segundo de m¨¢s sobre el primer lanzamiento de ensayo, el 4 de junio de 1996.

Al llegar a los 60 kil¨®metros de altitud, apenas dos minutos y medio despu¨¦s del despegue, los dos propulsores laterales de combustible s¨®lido se separaban del cohete, que segu¨ªa subiendo, ahora empujado por su motor principal de combustible l¨ªquido -hidr¨®geno y ox¨ªgeno- y ganando velocidad: 3,5 kil¨®metros por segundo a 150 kil¨®metros de altura, 8 kil¨®metros por segundo al alcanzar los 720. Cada nueva fase era celebrada con una ovaci¨®n. Al presidente Chirac le faltaba tiempo para felicitar "a todos los equipos y a la industria europea" por un ¨¦xito que "permitir¨¢ que Europa acreciente su dominio en el terreno de la comunicaci¨®n multimedia y en el de la exploraci¨®n del espacio".

Veintiocho minutos de vuelo (el tiempo transcurrido hasta que se separaron del cohete las plataformas con instrumentos y un microsat¨¦lite alojados donde normalmente viajar¨¢n los sat¨¦lites grandes con destino a la ¨®rbita geostacionaria, a 36.000 kil¨®metros de altura) bastaron para tranquilizar a los 12 pa¨ªses y decenas de empresas que han participado en el desarrollo de Ariane 5, con una inversi¨®n de casi un bill¨®n de pesetas a lo largo de una d¨¦cada.

"Ariane 5 ser¨¢ un lanzador operativo comercialmente despu¨¦s de que haya efectuado su tercer vuelo de ensayo", explica Antonio Rodot¨¢, director general de la ESA. Ese tercer lanzamiento de prueba est¨¢ previsto para mayo de 1998 y luego, a partir de 1999, Ariane 5 ir¨¢ ocupando el lugar de Ariane 4 y explotando su mayor potencia -capacidad para poner en ¨®rbita un sat¨¦lite de 6,8 toneladas o dos con un peso total de 5,9 toneladas -frente a las 4,7 de Ariane 4- y su mayor fiabilidad y sencillez tecnol¨®gica.

El consorcio europeo Arianespace contrata actualmente casi el 60% de los lanzamientos comerciales de sat¨¦lites, un mercado en expansi¨®n que, seg¨²n los expertos, superar¨¢ los 30.000 millones de d¨®lares este a?o y que se duplicar¨¢ en el a?o 2000.