Ure?a mantiene al Betis en la Recopa
El equipo andaluz se sobrepuso al gol dan¨¦s y a las lesiones de Jarni y Finidi
Tuvo que ser Juan Ure?a, un futbolista marcado por el infortunio, un capit¨¢n rescatado por las circunstancias desde que Luis le devolvi¨® a a titularidad, hab¨ªa merodeado con su cabeza las porter¨ªas contrarias. Ayer lleg¨® su gran momento. El premio a la fe y a a constancia.El partido se inici¨® de una forma trepidante. Buena terapia contra el fr¨ªo reinante. Dos objetivos diferentes. El Copenhague necesitaba un gol para meterse de nuevo en el sue?o europeo. El Betis, un gol para abrir un mundo. Luis a descubierto con el paso de dos partidos la eficacia letal de tres delanteros con la reconversi¨®n de Finidi en posiciones atacantes. Los daneses no son los h¨²ngaros. Juegan en el campo de una selecci¨®n que estar¨¢ en el Mundial de Francia. El partido iba a necesitar de mucha inteligencia. El Copenhague sali¨® en tromba; un centro de Goldbaek rematado por el capit¨¢n Henrik Larsen una salida angustiosa de Prats.
El Betis pudo marcar un minuto despu¨¦s. Alfonso pas¨® Finidi y el disparo del nigeriano lo desvi¨® Karim Zaza. El peligro dan¨¦s era asunto exclusivo de los centros de Goldbaek. El partido entr¨® en una fase de dominio alterno con m¨¢s intensidad de los locales. El Betis deb¨ªa administrar ese tiempo inicial del entusiasmo. Finidi empieza a olerse del tobillo. Primer contratiempo. El nigeriano estaba fuera de combate. Lesionado, tuvo todav¨ªa fuerza para centrar a Oli. El gran descubrimiento de Luis se iba al garete. Soloz¨¢bal impidi¨® una peligrosa entrada del croata Sestan. El bombardeo a remitiendo. El Betis tiene ue ponerle fuerza a su calidad. Los daneses quieren aliar con calidad la fuerza de quien est¨¢ acostumbrado a regar con el fr¨ªo. Ajeno a esta ecuaci¨®n, Alfonso, que o parece de este mundo, une calidad y fuerza en un derroche de facultades.
Con la salida de Finidi, el madrile?o se escora a la derecha. Por la otra derecha, la de Goldbaek, sigue llegando el peligro a la porter¨ªa b¨¦tica. El partido entra en derroteros de dureza. No es tarde taurina porque a las cuatro ya es de noche en Dinamarca, pero el Betis empieza a aislarse del ambiente, a templar y mandar. Hace mucho fr¨ªo, pero quienes deben correr son el bal¨®n y el reloj.
Todo cambi¨® cuando Soloz¨¢bal atrap¨® en el ¨¢rea al croata Sestan. El colegiado escoc¨¦s, Young, pit¨® penalti y Peter Nielsen consigui¨® el primer gol que le marcan al Betis en esta Recopa. El Copenhague ya ten¨ªa las alas. El partido era otro. Los daneses se desmelenan.
El Betis luchaba por empatar el partido y el Copenhague por empatar la eliminatoria. En un saque de falta, con la afici¨®n danesa volcada con su equipo, Ure?a resolv¨ªa el silogismo con el gol de su vida. Y pon¨ªa de paso una cerca a las habladur¨ªas que habr¨ªan inundado la ciudad si el Betis no consigue el pase para los uartos de final.
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