El Depor entra en coma
El M¨¦rida gana en Riazor tras fallar Djalminha un penalti
La tarde fue tan inclemente que a Riazor s¨®lo se acercaron 15.000 personas, algo m¨¢s de la mitad del aforo de un estadio todav¨ªa en obras. 15.000 h¨¦roes o 15.000 man¨ªacos del Deportivo, que renunciaron al calor de la sala de estar o al espect¨¢culo de las olas gigantescas elev¨¢ndose sobre la playa inmediata al campo para sumergirse en un viaje al centro mismo del horror futbol¨ªstico. Ni el diluvio de la primera parte justifica el simulacro de partido. El Deportivo ha entrado en coma y ya pide un cura. Para que le imponga la extremaunci¨®n.El M¨¦rida no logr¨® escapar a la pesadilla de la lluvia. Llegaba con el recuerdo fresco del drama de las inundaciones y en A Coru?a soport¨® otra feroz descarga de los cielos. Pero el c¨¦sped de Riazor aguant¨® el chorreo con dignidad. Aunque el agua dej¨® la superficie muy veloz, all¨ª se pod¨ªa jugar al f¨²tbol si hubiese voluntad y entendimiento para hacerlo. Justo lo que no tuvieron ni el M¨¦rida ni, muy especialmente, el Deportivo.
La cat¨¢strofe blanquiazul empieza a adquirir tintes apocal¨ªpticos. Con la derrota de ayer hasta el M¨¦rida le ha superado en la clasificaci¨®n. Este Deportivo es una casa en ruinas, un mont¨®n de cascajos del que va a ser dif¨ªcil que alguien pueda sacar provecho. Un equipo desorganizado sin direcci¨®n, sin juego, sin esperanza, rendido a un destino in cierto. El p¨²blico, en su desesperaci¨®n, ya se agarra a cualquier cosa, aunque sea la tosquedad de Madar, el futbolista m¨¢s aclamado ayer.
En ¨¦pocas no muy lejanas, el M¨¦rida se hubiese llevado un saco de goles de Riazor. Es un conjunto irreprochable desde el punto de vista t¨¢ctico, que juega muy agrupado, presiona con criterio y se estira cuando puede. En ese aspecto, Jorge D'Alessandro ha cumplido con su misi¨®n. Pero el trabajo colectivo no oculta la precariedad futbol¨ªstica del M¨¦rida, condenado a luchar por la supervivencia, a vivir al albur de los golpes de fortuna y los derroches f¨ªsicos. La victoria de ayer se la encontr¨® literalmente. Le bast¨® dejar pasar el tiempo, recurrir a Sabas en el momento en que ¨¦ste siempre hace da?o -la media hora final- y aprovechar la primera oportunidad ante el marco de Songo'o. Lo dem¨¢s lo puso el Deportivo, que hizo todo lo posible por perder, desde Djalminha, el indolente brasile?o que lanz¨® un penalti al poste, hasta Naybet, un tipo que convierte cada partido en una excusa para la pendencia y que se autoexpuls¨® en el minuto 67. Cuando el marroqu¨ª se fue a la caseta, el M¨¦rida constat¨® que ya pod¨ªa abandonar la guarida y buscar el triunfo. Dicho y hecho. Bast¨® la habilidad de Sabas y la tenacidad de Marcos para proporcionarle el gol y hundir al Deportivo en la hecatombe.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.