S¨ª fue torturado
LA AUDIENCIA de Vizcaya ha considerado probado que el miembro de ETA Kepa Urra, detenido en enero de 1992, fue objeto de torturas. La sentencia condena a tres guardias civiles a sendas penas de m¨¢s de cuatro a?os de prisi¨®n. Este delito se caracteriza por producirse sin testigos, y de ah¨ª la dificultad de probarlo. El obstruccionismo corporativo agrava frecuentemente esa dificultad. De ah¨ª que haya que felicitarse de que la justicia, tras casi seis a?os, haya sido capaz de culminar su indagaci¨®n y resolver con todas las garant¨ªas un caso que alcanz¨® notable proyecci¨®n a trav¨¦s de Amnist¨ªa Internacional y el Consejo de Europa.La intenci¨®n de obtener mediante el suplicio una confesi¨®n o informaci¨®n es lo que diferencia la tortura de los malos tratos. La pretensi¨®n de que ese delito es disculpable en el caso de los terroristas est¨¢ bastante extendida en algunos sectores de la poblaci¨®n. Sin embargo, aceptar esa l¨®gica significa imitar a los terroristas en su convicci¨®n de que el fin -su fin- justifica los medios m¨¢s crueles empleados para alcanzarlo. Ning¨²n sistema de convivencia podr¨ªa salir indemne de esa suspensi¨®n desde el poder de los principios morales y jur¨ªdicos.
Pero si no bastasen los principios, existen tambi¨¦n razones de eficacia. La experiencia confirma que tan importante como detener comandos es crear un cortafuegos que impida su reproducci¨®n generacional. Hay estudios emp¨ªricos que demuestran que hubo una ¨¦poca, a comienzos de la transici¨®n, en la que el balance entre detenciones y reclutamiento de nuevos activistas por mecanismos de identificaci¨®n o solidaridad con los detenidos era favorable a las incorporaciones: de familiares, amigos, vecinos. Las evidencias de torturas impunes fueron un poderoso motor de esa din¨¢mica. Los expertos aseguran que esa relaci¨®n se ha invertido, de manera que las incorporaciones no compensan ya las detenciones. Citan entre los motivos de ese cambio el que la tortura haya dejado de ser habitual, aunque todav¨ªa se produzcan casos excepcionales, seg¨²n denuncian las organizaciones humanitarias.
El esclarecimiento de los casos en que haya indicios serios de torturas no s¨®lo no favorece la continuidad de ETA, sino que le corta una de las v¨ªas cl¨¢sicas de reproducci¨®n. Motivo adicional para exigir de las autoridades firmeza en este terreno y no intentos de esquivar las condenas mediante indultos: lo de que no hay atajos en la lucha contra el terrorismo tambi¨¦n es aplicable a la tortura.
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