Reencuentro con el jondo

Yo dir¨ªa que este recital ha sido el de reencuentro de Esperanza Fern¨¢ndez con el cante / cante. En los ¨²ltimos tiempos la cantaora trianera se hab¨ªa separado en cierta manera del g¨¦nero, explorando otras posibilidades en las que ciertamente alcanz¨® grandes ¨¦xitos: principalmente, las canciones sobre versos de poetisas americanas, que present¨® con Morente en la Bienal sevillana de 1994, y las Gitaner¨ªas de Falla, que grab¨® en disco y acaba de representar en Madrid.Este retorno al cante de Fern¨¢ndez es importante, porque el flamenco no deb¨ªa perder una cantaora que creci¨® en lo jondo, pertenece a familias gitanas de acreditada solera flamenca y conoce muy bien el cante, interpret¨¢ndolo con buen gusto y gran sensibilidad. Pero adem¨¢s, esta vuelta marca un avance cualitativo importante en la artista, que surge mucho m¨¢s madura. Siempre fue una excelente festera, con esa patada por buler¨ªas que tan bien complementa su cante en ese palo, pero estaba casi in¨¦dita en estilos como las soleares, los tientos o los g¨¦neros de Levante. El valor de salir en solitario para comenzar cantando a palo seco, sin, desgarros que a ella no le van pero con ecos de enorme belleza, se nos antoja ya una declaraci¨®n de principios. Puede estar satisfecha, porque triunf¨® plenamente en una l¨ªnea art¨ªstica dif¨ªcil y comprometida.