Baj¨ªsimo indice de participaci¨®n en las elecciones legislativas de la rep¨²blica serbia de Bosnia
Partidos y responsables electorales locales e internacionales tocaron ayer a rebato para convencer a los serbobosnios de que acudieran a votar en las ¨²ltimas horas de su cita con las urnas, ante la evidencia de que en la jornada del s¨¢bado no lo hizo ni el 30% del censo. La Organizaci¨®n para la Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (OSCE), organizadora de los comicios, aseguraba al cierre de los colegios que la participaci¨®n final rondar¨ªa el 50%, un porcentaje no muy alentador en unas elecciones sin incidentes.
En lugares aislados de la Rep¨²blica Srpska, donde ayer llov¨ªa a raudales, los votantes no llegaron al 10%. Las explicaciones de funcionarios y pol¨ªticos, seg¨²n el color de su partido, abarcan un arco que va desde la sucesi¨®n de comicios (estos son los terceros, en poco m¨¢s de un a?o), hasta la coincidencia del fin de semana con la matanza del cerdo, pasando por su condici¨®n de "impuestos" por las potencias occidentales para ayudar a la rebelde Plavsic. Esta ha, asegurado en privado a los mediadores intemacionales que dimitir¨¢ de su cargo si los resultados parlamentarios no permiten a su partido, Alianza Popular de Serbia (SNS), formar Gobierno en coalici¨®n con grupos afines. La mayor¨ªa de los pron¨®sticos apuntan a un Parlamento fragmentado. -S¨®lo en la calle se manifiesta abiertamente que la ag¨®nica situaci¨®n econ¨®mica est¨¢ llevando a muchos serbobosnios a una suerte de, apat¨ªa lindante con el marasmo. De ah¨ª la satisfacci¨®n ayer de los jefes pol¨ªticos de la ciudad norte?a de Doboj en el l¨ªmite entre la Rep¨²blica Srpska y la Federaci¨®n de musulmanes y croatas que constituye la otra mitad de Bosnia. En Doboj, fortaleza de los ultranacionalistas de Karadzic -ni un solo cartel electoral de la presidenta Plavsic- m¨¢s del 60% de sus 40.000 almas hab¨ªa acudido a mediod¨ªa a los centros de votaci¨®n. Los musulmanes, arrojados de la ciudad en la primavera de 1992, no eran menos entusiastas que los nuevos amos, pese a las dificultades: en uno de los dos colegios, gueto habilitados para ellos en s afueras, adonde llegaban desde territorio enemigo en autocares bajo protecci¨®n de la OTAN, a la una de la tarde hab¨ªan depositado su papeleta m¨¢s de la mitad de un censo de 1.600.
Quiz¨¢ porque, como cree Velida Rasovac, una chica joven que aguarda una hora en la cola bajo la lluvia, "despu¨¦s de estas elecciones voy a poder recuperar mi apartamento en el centro de Doboj", all¨¢ a lo lejos. Una esperanza similar a la de Mustaf¨¢, 74 a?os, que reside en Zenica desde que a la vuelta de un viaje le fuera impedida por los extremistas serbobosnios la entrada a la ciudad en la que hab¨ªa vivido siempre. Tambi¨¦n ¨¦l ha viajado hora y media y espera. calado para votar en Doboj, "a pesar de que lo pod¨ªa haber hecho en Zenica".La inofensiva apariencia de Doboj, en un valle donde confluyen tres r¨ªos, es enga?osa. Ajustes de cuentas y atentados, como el que ha suprimido con dinamita el semanario Alternativa, cr¨ªtico con el poder, est¨¢n a la orden del d¨ªa en una localidad cuyos almacenes e institutos se convirtieron en centros de detenci¨®n y tortura para miles de musulmanes y croatas. En el lugar -"donde se ha instalado todo lo peor del n¨²cleo de Karadzic, ladrones, contrabandistas, convictos de delitos de sangre...", seg¨²n el jefe, del Partido Socialista Serbio, Tihomir Gligoric- no se mueve un papel sin conocimiento de la polic¨ªa especial, leal a los dirigentes de Pale. No hace dos semanas que tropas de la OTAN cercaron la jefatura local y confiscaron el armamento, munici¨®n, veh¨ªculos, equipos de comunicaciones e insignias de 66 miembros de esta fuerza que act¨²a como guardaespaldas y unidad paramilitar.
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