Regreso a los or¨ªgenes

El prestigio adquirido con su primera pel¨ªcula, Tras el cristal (1985), una personal historia de terror que tiene m¨¢s ¨¦xito de cr¨ªtica que de p¨²blico, permite al actor Agust¨ª Villaronga dirigir la pretenciosa El ni?o de la luna (1988), que es seleccionada para competir en el Festival de Cannes, pero se convierte en un fracaso que le mantiene siete a?os apartado de la realizaci¨®n cinematogr¨¢fica.Regresa para rodar El pasajero clandestino (1995), una mala adaptaci¨®n de una conocida novela del especialista en narraciones policiacas George Simenon que pasa inadvertida, y la reci¨¦n estrenada 99.9, una nueva pel¨ªcula de terror que marca el regreso a sus or¨ªgenes y es una buena muestra de las virtudes, y tambi¨¦n de los defectos, de su cine.

Detr¨¢s de su num¨¦rico t¨ªtulo, que no es m¨¢s que la frecuencia por la que transmite una emisora de radio, narra c¨®mo la presentadora de un programa sobre fen¨®menos paranormales con escasa audiencia llega a un perdido pueblo para investigar la misteriosa muerte del padre de su hijo y halla un extra?o panorama.

Al igual que ocurr¨ªa en Tras el cristal, Agust¨ª Villaronga, en 99.9, una vez m¨¢s demuestra su gran habilidad para crear ambientes inquietantes y fuera de lo normal con pocos elementos manejados con habilidad. Sin embargo, tambi¨¦n vuelve a conseguir una narraci¨®n muy desigual, con graves fallos de ritmo y un exceso de lentitud.

Gracias a la colaboraci¨®n del excelente director de fotograf¨ªa Javier Aguirresarobe, el realizador Agust¨ª Villaronga convierte un perdido pueblo en un lugar siniestro y logra dar el clima de terror que necesita la historia en bastantes escenas, pero buena parte de los hallazgos visuales de la pel¨ªcula se pierden al sustentarse en una estructura dram¨¢tica desigual y casi inexistente.

Esto tambi¨¦n repercute de manera negativa en unos personajes que son poco m¨¢s que mu?ecos en manos del director y los guionistas, con los que muy poco o nada pueden hacer un irregular grupo de actores.