Un libro con 150 im¨¢genes repasa la historia de la fotograf¨ªa en Espa?a
L¨®pez Mond¨¦jar emnarca la obra en el contexto de las ¨¦pocas
"Con esta obra no se ha pretendido hacer una historia de la fotograf¨ªa vuelta hacia s¨ª misma, sino enmarcada en el contexto del pa¨ªs con objeto de convertirla en una fuente de conocimiento", explican los responsables de la editorial especializada en publicaciones fotogr¨¢ficas Lunwerg. Se refieren a la edici¨®n que ahora presentan en formato de manual, la primera Historia de la fotograf¨ªa en Espa?a del historiador Publio L¨®pez Mond¨¦jar.
"Con esta f¨®rmula, aparte de llenar una laguna -es pionera en el ¨¢mbito editorial espa?ol- se pretende hacer de esta edici¨®n un instrumento asequible tanto para aficionados como para profesionales, estudiantes, personal docente y en general a estudiosos del medio", a?aden. La obra es el resumen de un ambicioso trabajo previo del autor sobre el mismo tema iniciado hace 10 a?os, que agrupa un total de cuatro obras bajo el gen¨¦rico Las fuentes de la memoria.Dividida en tres grandes apartados, ilustrados con un total de 150 im¨¢genes reproducidas en bitono, analiza la evoluci¨®n de la fotograf¨ªa en Espa?a desde 1839 hasta las nov¨ªsimas generaciones de fot¨®grafos de este fin de siglo. La primera parte cubre desde la llegada del daguerrotipo. La primera fotograf¨ªa realizada en Espa?a, un daguerrotipo, que se realiz¨® en Barcelona el 10 de noviembre de 1839, tomada por Ram¨®n Alabern, fue todo un acontecimiento en aquella ¨¦poca anunciado a bombo y platillo por el Diario de Barcelona. Tras 22 minutos de exposici¨®n, se rif¨® y las papeletas costaron seis reales entre los testigos del acontecimiento.
Despu¨¦s vendr¨ªan otros procedimientos de democratizaci¨®n de la foto como la t¨¦cnica del calotipo, que ofrec¨ªa la posibilidad de multiplicar la toma fotogr¨¢fica a partir de un negativo de papel; as¨ª, hasta las primeras reproducciones en prensa. El segundo cap¨ªtulo (1900-1939) subraya el papel de los pioneros de la prensa gr¨¢fica: El Imparcial (las publicaba desde 1903), El Gr¨¢fico (1904), Abc, Mundo al D¨ªa, La Vanguardia, El Heraldo de Arag¨®n o La Noche (1911).... Pero ante todo fue la guerra civil, y m¨¢s concretamente los fot¨®grafos del bando republicano quienes, con una gran precariedad de medios t¨¦cnicos, tomaron conciencia del potencial hist¨®rico y propagand¨ªstico. que ten¨ªan las im¨¢genes registradas desde el mismo d¨ªa de la sublevaci¨®n, aunque en ese justo momento no le encontraran una utilidad concreta.
Con el final de la contienda civil se inicia la tercera parte, que analiza la foto de la Espa?a aut¨¢rquica durante el primer franquismo, el papel de la censura y las fisuras que encontr¨® el medio para intentar eludirla, y los alardes propagandistas del tardopictorialismo, que ensalz¨® en grandes puestas en escena los valores patrios hasta llegar a la recuperaci¨®n del documentalismo en las d¨¦cadas de los cincuenta-sesenta.
Luego vendr¨ªa la modernidad, nacida entre otras cosas a la sombra de la revista Nueva Lente y la corriente de aire fresco que trajo el fotoperiodismo y la transici¨®n hasta llegar a la nov¨ªsima fotograf¨ªa de los a?os noventa.
Babelia
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