Responsabilizan al director de 'El Mundo'

"?C¨®mo pueden salir ahora con lo del c¨®digo deontol¨®gico?". Esta era anoche la pregunta, a veces acompa?ada de palabras malsonantes y acusaciones directas al director de El Mundo, Pedro J. Ram¨ªrez, que recorr¨ªa el nido-oficina de los trabajadores del Pel¨ªcano en Antena 3. Rabia, sorpresa y tristeza. El centenar largo de componentes del equipo compart¨ªa la sensaci¨®n de su jefe, Pepe Navarro, que permanec¨ªa encerrado en el despacho con sus abogados preparando una "respuesta legal" a la fulminante eliminaci¨®n de su programa. El pol¨¦mico presentador -que ten¨ªa firmado un contrato de un a?o con Antena 3- se encontraba consternado -dec¨ªan sus colaboradores- por la abrupta manera en que le hab¨ªan cortado las alas en la cadena, cuando el viernes pasado un directivo le hab¨ªa reiterado su confianza, a pesar de que el programa perd¨ªa el duelo con su m¨¢ximo competidor Cr¨®nicas marcianas. Incluso se hab¨ªan acordado cambios en decorados y contenidos.Pero lleg¨® el lunes, y ning¨²n directivo de Antena 3 se pas¨® por la redacci¨®n de La sonrisa del pel¨ªcano para comunicarles la suspensi¨®n. Los trabajadores lo supieron mediante un oficio interno. Les pill¨® dando los ¨²ltimos toques a la producci¨®n de la jornada. Les dieron la misma nota que a los medios de comunicaci¨®n y que, seg¨²n los responsables del programa, "ya era conocida por periodistas de El Mundo". Los trabajadores del Pel¨ªcano redactaron y firmaron anoche un comunicado, en el que criticaban "la decisi¨®n de cerrar el programa manu militari, como en los tiempos del franquismo", al tiempo que rechazaban las acusaciones de telebasura. Los redactores de La sonrisa del pel¨ªcano achacaban el cerrojazo a las presiones de Pedro J. Ram¨ªrez en altas esferas de Antena 3, para evitar que el espacio de Navarro emitiera un reportaje que simulaba c¨®mo se hab¨ªa grabado "el infame v¨ªdeo que trata de destruir la reputaci¨®n de el director de El Mundo". "Pedro J. se jactaba el mismo lunes de que esa noche no saldr¨ªamos a antena", alegaban los pel¨ªcanos, que se sent¨ªan "v¨ªctimas de los caciques de un pa¨ªs inhabitable".