Al filo de la navaja

El Gobierno espa?ol se movi¨® ayer por el filo de la navaja. Tras pregonar durante meses su apoyo a la propuesta de directiva para prohibir toda publicidad de tabaco, el ministro de Sanidad, Jos¨¦ Manuel Romay Beccaria, convulsion¨® a sus colegas europeos al anunciar que Espa?a se iba a abstener "por razones pol¨ªticas de fuerza mayor". Fue una jugada terriblemente arriesgada: rompi¨® el bloque mayoritario en favor de la aprobaci¨®n de la propuesta y reabri¨® toda la negociaci¨®n del compromiso alcanzado la semana pasada.Fuentes espa?olas se apresuraron a explicar que la posici¨®n de Madrid ten¨ªa como ¨²nico objetivo ayudar a Alemania, que se hab¨ªa quedado fuera de juego al ver c¨®mo la Comisi¨®n Europea y la presidencia s¨®lo ten¨ªan ojos y o¨ªdos para resolver el problema brit¨¢nico con la F¨®rmula 1 y dejaban de lado las exigencias alemanas.

Alemania se opon¨ªa a la prohibici¨®n porque no cree en sus efectos pr¨¢cticos y porque lesiona los intereses de sus gobiernos regionales y de su prensa escrita.

La posici¨®n espa?ola fue muy arriesgada porque, si no hubiera desencadenado una serie de movimientos en favor de Alemania que permitieron reabrir la discusi¨®n, habr¨ªa dado fuerza a los rumores lanzados desde hac¨ªa ya meses por la Comisi¨®n Europea.

Estos rumores no eran otros que el temor a que las presiones de los lobbys tabaqueros ante el Gobierno espa?ol -y m¨¢s concretamente ante el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar- acabar¨ªan forzando el cambio de posici¨®n espa?ola.

Aznar corri¨® el riesgo y oblig¨® ayer a su ministro de Sanidad a adoptar una postura diametralmente opuesta a la defendida por su departamento. Varios pa¨ªses aseguraron ayer que la iniciativa del presidente del Gobierno espa?ol era resultado de una conversaci¨®n con el canciller alem¨¢n, Helmut Kohl.

"No me consta que haya habido ning¨²n contacto entre las autoridades espa?olas y alemanas", afirm¨® ayer Romay Beccaria. Un t¨ªmido desmentido que le quita a ¨¦l posibles responsabilidades en su cambio de postura pero que no despeja la inc¨®gnita de si ha habido o no contactos al m¨¢s alto nivel entre los dos gobiernos.

Aznar corri¨® el riesgo de que ese cambio le salpicara dando cuerpo a los rumores de que la mano de las tabaqueras puede ser en Espa?a tan larga como la del patr¨®n de la F¨®rmula 1 en el Reino Unido. Con el agravante de que las donaciones financieras a partidos pol¨ªticos son legales en el Reino Unido, pero no en Espa?a.

Al final la jugada le sali¨® aparentemente bien: le hizo, por fin, un favor a Alemania y logr¨® que su cambio de posici¨®n se leyera, sobre todo, en clave pol¨ªtica.