Francia, aislada en el intento de mezclar la ampliaci¨®n de la UE al Este con su factura

Francia qued¨® ayer aislada en la cumbre comunitaria frente al bloque encabezado por Espa?a y Alemania. El intento de Jacques Chirac de mezclar el lanzamiento de la ampliaci¨®n de la Uni¨®n Europea, (UE) con su coste financiero s¨®lo hall¨® el eco de Austria. El rev¨¦s franc¨¦s se debi¨® a la conjunci¨®n de intereses contradictorios entre el Norte y Holanda y el Sur y Portugal. Aqu¨¦llos pretenden rebajar la factura; ¨¦stos, aumentarla. Pero ambos prefirieron aplazar el debate financiero para no contaminar el Consejo Europeo, que solemnizar¨¢ hoy la apertura de la Uni¨®n al Este.
Lo m¨¢ximo que conseguir¨¢ Francia es alguna orientaci¨®n gen¨¦rica, pero "sin decisiones [financieras] vinculantes", como resumi¨® el ministro espa?ol de Exteriores, Abel Matutes, satisfecho porque "las tesis defendidas por Espa?a est¨¢n muy cerca de imponerse". Eso no implica que las conclusiones no citen alguna cifra concreta: Chirac apremi¨® a que se consagrase para el periodo presupuestario 2000 a 2006 el actual techo financiero del 1,27% del PIB comunitario. Pero ser¨ªa a t¨ªtulo aproximativo, m¨¢s bien para difuminar el rev¨¦s franc¨¦s y no convertirlo en fracaso.Un portavoz de la Comisi¨®n, tambi¨¦n partidaria de concretar las cifras -fue quien las propuso en su Agenda 2000-, confirm¨® que la presidencia luxemburguesa pretende obviar las cuantificaciones. Si al final las conclusiones de hoy mencionan alg¨²n n¨²mero, ser¨¢ como ilustraci¨®n, o bien de modo ambiguo, indicando que hay posiciones enfrentadas.
El primer envite de esta pelea surgi¨® inesperadamente a primera hora de la ma?ana, con la intervenci¨®n institucional del presidente del Parlamento Europeo, el espa?ol Jos¨¦ Mar¨ªa Gil-Robles. Gil-Robles coincidi¨® con la postura espa?ola, pero nadie le pod¨ªa tachar de patriota, porque recogi¨® las posiciones del Parlamento, adoptadas oficialmente a propuesta de los eurodiputados socialistas espa?oles Enrique Bar¨®n y Joan Colom.
"Es prematuro establecer ahora un tope", porque la hip¨®tesis de que un techo financiero del 1,27% del PIB comunitario ser¨¢ suficiente para financiar la ampliaci¨®n "se basa en hip¨®tesis demasiado aleatorias", despej¨® de entrada Gil-Robles, molestando a Francia. Por eso insisti¨® en que el nuevo paquete financiero sea "autom¨¢ticamente" revisado en el momento del primer ingreso de un candidato del Este.
Cohesi¨®n interna
Hurg¨® m¨¢s, esta vez en la herida alemana, al reclamar que la inversi¨®n en la extensi¨®n al Este no "socave" la cohesi¨®n interna de los Quince, porque "no hay que desnudar a un santo para vestir a otro". Raudo, le replic¨® Kohl afirmando su desacuerdo y el de sus eurodiputados. "Ellos tambi¨¦n han votado estas resoluciones", contratac¨® Gil-Robles, Chirac se limit¨® a hacer constar su acuerdo con el canciller.Por la tarde, fue Chirac quien tom¨® la voz *cantante para reclamar lo contrario de Gil-Robles. "Las conclusiones de la cumbre deben incluir" (endureci¨® el "deseamos que incluyan" de su chuleta) el "mantenimiento del techo del 1,27%"; la promesa de una "doble programaci¨®n" que separe los gastos de los Quince de los dedicados a mejorar la econom¨ªa dejos aspirantes; la directriz que asegura el incremento de los gastos agr¨ªcolas (su gran inter¨¦s); y la "reforma" y una "evoluci¨®n moderada" de los fondos estructurales, "en el marco de un control de gastos", que "equivalga a su estabilizaci¨®n". Le apoyaron el presidente de la Comisi¨®n, Jacques Santer, y el austriaco, V¨ªktor Klima. Con su referencia a la congelaci¨®n de la pol¨ªtica estructural o de solidaridad interna, Chirac mentaba la bicha a los sure?os, los m¨¢s beneficiados por la misma. Le replic¨® enseguida el portugu¨¦s Antonio Guterres, ascendiente estrella en estas cumbres: "Este Consejo Europeo debe concentrarse s¨®lo en la ampliaci¨®n y no entrar en las perspectivas financieras", sostuvo.
Como una catarata le apoyaron con parecidas palabras el griego Costas Simitis, el espa?ol Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, el dan¨¦s Poul Nyrup Rasmussen, el ministro alem¨¢n Klaus Kinkel, el holand¨¦s Wim Kok y el ministro brit¨¢nico Robin Cook. Aznar argument¨® extensamente. "No debemos tomar decisiones sobre algo que a¨²n no se conoce", pues no est¨¢n detallados los costes exactos de la ampliaci¨®n, argument¨®. "Por tanto, desconocemos su impacto", insisti¨®. Evaluarlo casi a ciegas podr¨ªa enturbiar la cumbre, "que debe ser un ¨¦xito y no eclipsarse por mezclar la ampliaci¨®n con otras cuestiones".
La otra gran pol¨¦mica tambi¨¦n qued¨® encarrilada. Suecia y Dinamarca, los abanderados de entablar negociaciones simult¨¢neas con los 11 candidatos, para alegrar a los tres aspirantes b¨¢lticos, decayeron en su postura. Los 11 se clasifican en dos grupos: los seis avanzados y los cinco rezagados.
Suecia y Dinamarca quedaron satisfechas con las garant¨ªas de que los rezagados podr¨¢n reengancharse al pelot¨®n de cabeza, recibir¨¢n mayores ayudas preadhesi¨®n que las previstas y gozar¨¢n de un escrutinio anual sobre sus progresos de adaptaci¨®n. Para hoy s¨®lo queda pendiente perfilar la letra peque?a de modo que se difumine la inequ¨ªvoca existencia de dos grupos diferenciados por dos velocidades distintas, a fin de evitar agravios a los lentos.
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