Los comportamientos ansiosos se inician en la infancia
Como la soledad, la tristeza y el miedo, la ansiedad es una experiencia universal, que empieza a vivirse poco después del nacimiento. Un ejemplo es la ansiedad normal que experimenta el bebé ante extra?os. "La ansiedad es un componente de muchas enfermedades psiquiátricas y también es en sí misma una patología. Una de sus expresiones más frecuentes en los ni?os es la ansiedad por separación", dice María Jesús Mardomingo, jefa de Psiquiatría Infantil del hospital Gregorio Mara?ón de Madrid.Según esta especialista, estos trastornos a veces no se diagnostican fácilmente. "Se tiende a minimizar el problema, porque en ocasiones los síntomas no son claros y lo padres no saben interpretarlo y además sigue habiendo muchos prejuicios para llevar al peque?o al psiquiatra".
Sin embargo, del diagnóstico y su tratamiento adecuado, según Mardomingo, depende que el proceso se cure pronto o, por el contrario, reincida con frecuencia o se cronifique. "Mi hija llevaba varias semanas inquieta, sin dormir bien, distraída, como huidiza, y cuando le preguntábamos qué le pasaba, decía que nada. No sabíamos cómo actuar", cuenta la mamá de una ni?a de nueve a?os en tratamiento por ansiedad manifiesta tras un viaje de la madre. "Hasta que se nos ocurrió comentarlo con unos amigos que nos aconsejaron llevarla al psiquiatra".
"Antes, cuando las familias eran más amplias, con mayor participación de abuelos y tíos, el ni?o se sentía más protegido y estaba menos expuesto a esta patología. Ahora, con la familia nuclear y de pocos miembros, se dan más los trastornos de ansiedad, acompa?ados a veces de depresión", sostiene la psiquiatra. También afirma que estos trastornos, que se afectan al 5% de la problación infantil y con una, prevalencia mayor en ni?as, no tienen por qué tener un "desencadenante objetivable", y pueden aparecer sin causa aparente puesto que existen factores genéticos que predisponen.
Como se?ala Jaime Rodríguez-Sacristán, catedrático de Psiquiatría Infantil de la Universidad de Sevilla, la ansiedad patológica conlleva una vivencia poco placentera, con sentimientos de temor respecto a acontecimientos desgraciados. que puedan suceder al ni?o y a sus seres queridos, y se caracteriza por ser desproporcionada frente a la realidad y ante situaciones de amenaza real o imaginaria. El temperamento ansioso también se aprende y se transmite: "Padres sobreprotectores y ambientes educativos rígidos e incomunicados se consideran ansiógenos", a?ade.
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