La Alianza Atl¨¢ntica comienza formalmente el proceso de ampliaci¨®n a tres pa¨ªses del Este
Otra sesi¨®n solemne y prol¨ªfica. La Alianza Atl¨¢ntica sorte¨® ayer el malestar turco con la Uni¨®n Europea (UE) y logr¨® la unanimidad de sus socios para firmar los protocolos que invitan a Polonia, Hungr¨ªa y la Rep¨²blica Checa a adherirse. El Gobierno turco evit¨® tomar como reh¨¦n la hist¨®rica ampliaci¨®n al Este, pero sugiri¨® que el Parlamento de Ankara puede ir por otro camino. Eso s¨ª: defendi¨® la progresiva e ilegal "anexi¨®n" del norte de Chipre, que ocupa militarmente, a su territorio nacional. Espa?a, por su parte, anuncio su plena integraci¨®n en la nueva estructura militar.
El proceso ahora iniciado concluir¨¢ con la entrada de los tres nuevos socios durante la cumbre especial de Washington, en la primavera de 1999, al cumplirse 50 a?os desde que se fundara la mayor organizaci¨®n defensiva del mundo. El presidente norteamericano, Bill Clinton, lo confirm¨® ayer en su discurso de fin de a?o.El secretario general de la Alianza, Javier Solana, consider¨® la firma de ayer s¨ªntoma de "cu¨¢n lejos se ha llegado en la superaci¨®n de la divisi¨®n europea" . La ampliaci¨®n queda "abierta" a otros, pero mientras EE UU quiere dar los nuevos pasos lentamente, Francia y otros europeos desean m¨¢s rapidez.
El coste de la ampliaci¨®n se limita en lo militar a 1.300 millones de d¨®lares (unos 200.000 millones de pesetas) en diez a?os, de los que 50 millones de d¨®lares corresponden a Espa?a, cantidad inferior a la prevista. En buena parte gracias a que "la infraestructura militar [de los invitados] est¨¢ mucho m¨¢s avanzada de lo que se esperaba", manifest¨® la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright. Nacida checa, la patrona de esta ampliaci¨®n destac¨® que los invitados "aceptan desde hoy un cambio fundamental en sus identidades nacionales". Si antes buscaban apoyo exterior a la lucha por sus derechos, "ahora, por vez primera, aceptan responsabilidades para la libertad y seguridad de otros".
La r¨¦plica m¨¢s sincera y m¨¢s profunda la dio el ministro de Exteriores polaco, Bronislaw Geremek: "Preferir¨ªamos vivir en una Europa sin armas ni alianzas", reconoci¨®, pero "vivimos en un mundo en que el poder militar constituye el garante ¨²ltimo de la seguridad". "Sabemos que la OTAN no es un club de debate para idealistas", a?adi¨®, pero "elegimos adherirnos porque es una alianza que ha sabido poner su inmenso poder militar al servicio de valores y principios que compartimos: la OTAN puede garantizar la democracia en Europa y ninguna otra organizaci¨®n puede sustituirla en esta funci¨®n".
La ¨²nica inc¨®gnita era el temor a que Turqu¨ªa contaminase la ampliaci¨®n de la OTAN de su frustraci¨®n con la UE y usase su derecho a veto. La despej¨® su ministro de Exteriores, Ismail Cem. "Ni amenazamos a nadie ni esa es nuestra pol¨ªtica", sostuvo. Pero record¨® que "ning¨²n Gobierno puede responder de lo que decida su Parlamento". Las ampliaciones deben ser ratificadas parlamentariamente por los Diecis¨¦is. "Turqu¨ªa cumple sus compromisos", asegur¨®, tras sostener que es la UE y no Ankara quien debe modificar sus posiciones. Ankara incumple, sin embargo, aquellos a los que le obliga su pertenencia a la ONU, como el de acabar con la divisi¨®n de Chipre. Al contrario, Cem aval¨® la "anexi¨®n gradual" de la zona norte de la isla ilegalmente ocupada desde 1974 por sus tropas, asegurando que la operaci¨®n, aprobada por su Parlamento, "se abrir¨¢ camino".
Aliviados por la ausencia de veto en la jornada de ayer y autocondenados al pragmatismo m¨¢s primario -"Turqu¨ªa es el dique del integrismo" y "hay que pagarle los servicios de la guerra del Golfo", se argumentan-, los aliados pasaron de puntillas sobre esta afrenta. Peor a¨²n, el jefe de la diplomacia francesa, Hubert V¨¦drine, lleg¨® a escudarse en la solidaridad europea como mordaza que le imped¨ªa desgajarse de las exigencias comunitarias a Ankara. El mismo V¨¦drine que fuera secretario general del El¨ªseo cuando Fran?ois Mitterrand apostaba por Serbia contra Bosnia y aplaud¨ªa el golpe militar argelino, sue?a ahora con la Turqu¨ªa invasora antes que con los grecochipriotas invadidos. Y le envi¨® nuevos gui?os.
El ministro espa?ol de Exteriores, Abel Matutes, tuvo la decencia de recordar que "la comunidad internacional reconoce un s¨®lo Estado chipriota" como legal y que "la anexi¨®n" de la zona norte "va contra todas las resoluciones aprobadas por la ONU".
Incorporaci¨®n militar
Fue un d¨ªa de gozo para Matutes. Oficializ¨® ante sus colegas lo que ya adelant¨® el titular de Defensa, Eduardo Serra, hace dos semanas. Como "se han cumplido las cinco condiciones, Espa?a ha anunciado su plena incorporaci¨®n" a la nueva estructura militar integrada de la Alianza.De forma que la decisi¨®n est¨¢ ya tomada. Matutes explic¨® que tanto Serra como ¨¦I hab¨ªan informado al presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, de que el Consejo Atl¨¢ntico aprob¨® la nueva estructura el pasado d¨ªa 2. "A instancias del presidente, el Consejo de ministros me facult¨® para que anunciase hoy [por ayer] la decisi¨®n formal del Gobierno". La sesi¨®n parlamentaria del d¨ªa 22 constituye, pues, un tr¨¢mite consultivo. Pol¨ªticamente, la plena integraci¨®n recibi¨® el espaldarazo del secretario general del PSOE, Joaqu¨ªn Almunia, quien el pasado d¨ªa 11 lo hizo p¨²blico en su visita a la sede bruselense de la Alianza.
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