La identidad de una bailaora

El baile de Sara Baras abri¨® un ciclo de tres conciertos. Sara -gaditana de 26 a?os, guapa y con gusto para verter su baile- est¨¢ realizando una carrera interesante que sin duda la llevar¨¢ muy lejos. Por que adem¨¢s baila bien. Tuvo, podr¨ªamos decir, algunas vacilaciones en fechas recientes. Ahora, cuando vuelve a ser responsable primera de su quehacer, retoma los anteriores caminos que, efectivamente, parecen ser en los que m¨¢s a gusto se encuentra. Sara Baras deber¨¢ definirse de una vez sobre el estilo en que se establece, porque s¨®lo as¨ª podr¨¢ avanzar firmemente hacia el logro de una personalidad art¨ªstica que la identifique.Sara Baras bail¨® muy bien por siguiriyas y por alegr¨ªas, los dos g¨¦neros flamencos en que viene trabajando habitualmente en los ¨²ltimos tiempos. Esper¨¢bamos, quiz¨¢, alguna novedad, pero no la hubo. La novedad fue un arte m¨¢s afinado, m¨¢s profundo, sobre todo, en las siguiriyas. La bailaora hizo el m¨¢s dram¨¢tico de los bailes flamencos recogida en s¨ª misma, interiorizando sentimiento, sin concesiones a efectismos siempre indeseables. Y en ese proceso demostr¨® gran madurez, con un aparato gestual perfectamente adecuado a la naturaleza del baile y una bell¨ªsima plasmaci¨®n est¨¦tica de todo su cuerpo.

El resto del espect¨¢culo se nos qued¨® algo pobre, aunque destacara como siempre el cante de esa excelente cantaora que es Montse Cort¨¦s.