Europa: pasado ma?ana

El dictum de Ortega: "Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo", germen radical de su filosof¨ªa y de su teor¨ªa de la raz¨®n vital, es -creo yo- de aplicaci¨®n y conveniencia a todo "ente" que pueda admitir con naturalidad el calificativo de ''racional", que tenga "vida", y que pudi¨¦ndose decir de ¨¦l que admite identidad semejante en bastante al yo del hombre, est¨¢ inmerso en una "circunstancia" o rodeado e influido por ella. Entes de ese orden son los pueblos, las naciones, las civilizaciones, las alianzas, las coaliciones, etc¨¦tera, sujetos pol¨ªtico -geogr¨¢ficos o geopol¨ªticos que tienen su yo y su circunstancia, de modo que son cada uno de ellos su yo y su circunstancia, y les acontece, adem¨¢s, que si no salvan a su circunstancia no se salvan ellos. Salvar, aqu¨ª, no es otra cosa -e intento interpretar a Ortega-, sino comprender con inter¨¦s intelectual y af¨¢n preocupado el ser de algo para adquirir plena conciencia de ello. Si ese "algo" es la "circunstancia" en el sentido orteguiano, se podr¨¢ tener una idea de -lo que cabe entender por "salvar" la circunstancia para que se salve el yo de cada uno y el yo tambi¨¦n de esos entes gen¨¦ricos en general definidos. ... ?stos constituyen en s¨ª comunidades pol¨ªticas cargadas ya de historia, entes que tienencada uno su yo y su circunstancia, yo y circunstancia que est¨¢n siempre en el tiempo, con su presente en la hora de cada d¨ªa, con su pasado en el ayer m¨¢s o menos extenso y alejado, con su futuro en el ma?ana y en el pasado ma?ana con la incertidumbre que todo futuro supone, pero con la posibilidad tambi¨¦n de ser entrevisto en sus accidentes seg¨²n la inteligencia y el ingenio que se apliquen al pasado y al presente para lograr aquella "comprensi¨®n" que constituye la ra¨ªz de la "salvaci¨®n" que requiere lo que no es el yo para que ¨¦ste se salve.Interesa ahora el ente Europa. Cuando Europa llegue a ser eso a lo que aspira, el yo de Europa, como el de cualquier naci¨®n con suficiente historia ya, ser¨¢ una conjunci¨®n indiscutible de "cuerpo" y "alma". Su cuerpo ser¨¢ la geograf¨ªa y todo lo material que sobre ella se asienta con actividad movida por lo an¨ªmico que aporta el yo: comercio, industria, econom¨ªa... El alma vendr¨¢ a ser el acorde latir espiritual de las almas de lasnaciones que pol¨ªticamente sean en cualquier momento Europa. Si bajo lo "material" del cuerpo queda la geograf¨ªa, el soporte de lo "espiritual del alma es la pol¨ªtica... La geograf¨ªa de Europa est¨¢ ya hecha; est¨¢ ah¨ª. Podr¨¢n venir ma?ana y pasado ma?ana otras naciones europeas a incorporarse con su geograf¨ªa a Europa, pero la geograf¨ªa de Europa no se alterar¨¢ llamativamente en comparaci¨®n con lo que est¨¢ siendo hoy, por lo que puede afirmarse ya que, en geograf¨ªa, Europa es. una pen¨ªnsula de la World Island de Mackinder, as¨ª como Espa?a es la pen¨ªnsula de la Europa misma... La pol¨ªtica, el impulso din¨¢mico de lo "espiritual" del alma de Europa, no est¨¢, en cambio, ah¨ª: hay que hacerla. Tendr¨¢n que hacerla el pol¨ªtico, los estadistas de ma?ana, cuando Europa sea realmente una en pol¨ªtica exterior y en pol¨ªtica de armas, pol¨ªtica ¨¦sta de guerra y de defensa, s¨ª, pero pol¨ªtica "una" fundamentada en estrategia.

Geograf¨ªa... pol¨ªtica... estrategia; en s¨ªntesis expresiva y¨²til: geopol¨ªtica y geoestrategia. La pol¨ªtica y la estrategia son efecto, en mucho, de la influencia condicionante que la geograf¨ªa ejerce sobre. los entes nacionales que juegan la historia con su cuerpo y con su alma, geograf¨ªa que, adem¨¢s de la propia, es la de otras unidades hist¨®ricas semejantes que juegan en la "circunstancia" de aqu¨¦llos. Geopol¨ªtica y geoestrategia, se hacen con pensamientos pol¨ªtico y estrat¨¦gico, y se deducen de la consideraci¨®n del propio vivir en lo internacional. Geopol¨ªtica sugiere mentalidad -forma de pensar de un pueblo- y geoestrategia suscita condici¨®n -constituci¨®n fundamental en virtud de los condicionantes de geograf¨ªa que enmarcan su ser -Mentalidad es reacci¨®n del esp¨ªritu de un pueblo ante los imperativos de su condici¨®n... Europa, pues, habr¨¢ de considerar lo que es o vaya a ser su condici¨®n y lo que haya de ser su correspondiente mentalidad, la mentalidad de los europeos. ?Qu¨¦ se entrev¨¦ que son? La condici¨®n de Europa es ya decididamente mar¨ªtima y nocontinental; siendo "pen¨ªnsula" est¨¢ y estar¨¢ eminentemente "condicionada" por el mar, por la mar, por lo mar¨ªtimo. Su mentalidad est¨¢ por hacer; y hay que "hacerla" mediante la ense?anza adecuada que reciba el pueblo, los europeos, del maestro en este caso que es ese complejo ente gen¨¦rico -personal que entendemos por pol¨ªtica: pol¨ªticos, estadistas... y ense?anza aquella que habr¨¢ de venir precedida de la creaci¨®n, en orden semejante, de una conciencia europea, es decir, el convencido sentimiento, entre los europeos, de que son de Europa.

La pol¨ªtica de Europa ha de "hablar" a los europeos acerca de lo que Europa es ya hoy y ser¨¢ ma?ana y pasado ma?ana por efecto del tiempo y de la historia. Los pol¨ªticos europeos, la pol¨ªtica de Europa, Europa misma por boca de unos y de otra, habr¨¢ de hablar a los europeos de lo que en geopol¨ªtica son -uni¨®n o comunidad de condici¨®n mar¨ªtima- y, por tanto, de lo que deben pensar en ese vector de su vida por ser en geoestrategia lo que son y han de seguir siendo, es decir, actuar en la vida y en la historia con clara mentalidad mar¨ªtima y no continental.