La presi¨®n inicial

Pocas soluciones. El Madrid tuvo grandes dificultades para progresar por la fuerte presi¨®n b¨¦tica. Los problemas que le creaba Alfonso, recibiendo en zonas intermedias, le oblig¨® a ceder terreno para estar m¨¢s arropado. S¨®lo en los balones largos encontraba soluci¨®n para ganar metros. Jarni, con un poco de fortuna, rentabiliz¨® el dominio.Beneficiado. A ra¨ªz del empate, el Betis perdi¨® intensidad en la presi¨®n., Descendi¨® el ritmo y el Madrid sali¨® beneficiado. Tuvo m¨¢s posesi¨®n y se despeg¨® del agobio que hab¨ªa sufrido. Las posibilidades de contraataque mor¨ªan en las cercan¨ªas del ¨¢rea. El partido se equilibr¨®.

Desaciertos. En el comienzo del segundo tiempo, los madridistas repitieron el error que les hab¨ªa supuesto ya el primer gol: dar mucho tiempo y espacio al jugador que se dispone a centrar. Pero el Betis no supo mantener la ventaja. Conseguido por segunda vez el empate, el Madrid se erigi¨® en dominador. Dio m¨¢s velocidad a su juego y sali¨® bien al contraataque, llegando con asiduidad al ¨¢rea rival.

Vidakovic. La clara posibilidad de ganar el partido anim¨® a los madridistas a sumarse en gran n¨²mero al ataque, lo que debilit¨® en exceso su defensa y acab¨® por costarle el tercer gol. El Betis andaba desconcertado, pero la aparici¨®n de Vidakovic en el 3-2 le salv¨®. En los ¨²ltimos minutos, cuando Luis decidi¨® jugar a no perder y envi¨® a Alfonso y a Alexis al vestuario, el Madrid, aunque de forma desordenada, dispuso de claras ocasiones, pero careci¨® de acierto.