Linguis¨ªtica y selecci¨®n escolar de las especies
"El lenguaje es una cosa demasiado importante como para dej¨¢rsela a los ling¨¹istas" (Ferdinand de Saussure, 1916). El objetivo esencial de la educaci¨®n ling¨¹¨ªstica y literaria en la ense?anza obligatoria es contribuir a la adquisici¨®n y al dominio de las destrezas comunitarias (hablar, leer, entender y escribir) habituales en la vida de las personas. Nadie niega ya algo tan obvio y quiz¨¢ por ello la educaci¨®n ling¨¹¨ªstica y literaria en la ense?anza obligatoria se orienta a favorecer el aprendizaje de los conocimientos y de las habilidades que hacen posible un uso adecuado de la lengua en las diferentes situaciones del intercambio comunicativo. De ah¨ª que no baste ya con la ense?anza de un cierto saber ling¨¹¨ªstico (fon¨¦tica, fonolog¨ªa, morfolog¨ªa y sintaxis) cuyo aprendizaje escolar (a menudo ef¨ªmero) no garantiza por s¨ª solo la mejora de las capacidades de expresi¨®n y comprensi¨®n de las personas. Si de lo que se trata es de ayudar a los alumnos y a las alumnas en el dif¨ªcil aprendizaje de la comunicaci¨®n, la educaci¨®n ling¨¹¨ªstica en las aulas debe contribuir tambi¨¦n a ense?arles a saber hacer cosas con las palabras y en consecuencia a adquirir el mayor grado posible de competencia comunicativa.El real decreto sobre contenidos m¨ªnimos de Lengua castellana y Literatura, elaborado a instancias del actual Ministerio de Educaci¨®n y Cultura y en la actualidad sujeto a consenso pol¨ªtico, es un paso atr¨¢s en ese enfoque comunicativo de la educaci¨®n ling¨¹¨ªstica en el pa¨ªs. De la lectura del sendero interminable de contenidos ling¨¹¨ªsticos que se bifurcan en el texto del decreto se deduce una cierta a?oranza de ese tiempo pasado en el que la ense?anza de la lengua se orientaba de forma casi exclusiva al estudio del n¨²cleo gramatical, morfol¨®gico y sint¨¢ctico." porque s¨®lo estudiando gram¨¢tica se aprende a usar la lengua". Y ello pese a que ilustres fil¨®logos como Rodolf¨® Lenz y Am¨¦rico Castro alertaban hace ya casi un siglo acerca de algunos usos y abusos de la ense?anza gramatical en la educaci¨®n obligatoria. Seg¨²n Lenz (1912), "si conocer la gram¨¢tica fuera condici¨®n indispensable para ser artista del lenguaje, poeta, escritor, orador, ?por qu¨¦ no son gram¨¢ticos los m¨¢s grandes escritores?". Por su parte, Am¨¦rico Castro (1924) subraya con iron¨ªa que "la gram¨¢tica no sirve para ense?ar a hablar y escribir correctamente la lengua propia, lo mismo que el estudio de la filosof¨ªa no ense?a a bailar". Al citar a estos autores no estoy invitando al abandono de la gram¨¢tica, sino aludiendo a ciertas formas de entender la ense?anza gramatical alejadas del objetivo de mejorar la competencia comunicativa de las personas. Porque los textos no s¨®lo tienen una textura, sino tambi¨¦n un contexto de uso y una intenci¨®n.En cuanto a la educaci¨®n literaria, ¨¦sta, se concibe ahora como el conocimiento acad¨¦mico de la obras y autores de la historia interminable de la literatura universal (desde las literaturas egipcias y mesopot¨¢micas a la generaci¨®n de los nov¨ªsimos). Quien crea que es posible ense?ar (y aprender) este caudal casi infinito de contenidos literarios en el escaso horario del ¨¢rea y que as¨ª se contribuye a la educaci¨®n literaria de los adolescentes es que ha encontrado al fin la cuadratura del c¨ªrculo instalado en el limbo de los justos. Dig¨¢moslo con claridad: el decreto de Lengua castellana y Literatura no es un texto inocente e inocuo, sino una herramienta al servicio de la selecci¨®n de las especies y de una oculta voluntad de acabar con una educaci¨®n secundaria obligatoria tan ingrata en su calidad de espejo de la diversidad (y de la desigualdad) sociocultural de nuestras sociedades. Opinar (y hacer) en contra de esa voluntad incomoda, especialmente a quienes con nostalgia de otras ¨¦pocas siguen creyendo que cualquier tiempo pasado fue mejor.
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