Vieri da ox¨ªgeno al Atl¨¦tico

Va camino de convertirse en regla aritm¨¦tica: el Athletic que visita el Manzanares no tiene nada que ver con el verdadero Athletic. La escena se ha repetido con demasiada frecuencia ¨²ltimamente: llegan los vascos a este campo con la cabeza agachada, excesivamente condescendientes con el rival. Y cuando quieren cambiar el gesto ya es demasiado tarde. Algo de eso les volvi¨® a suceder ayer: salieron temerosos y el Atl¨¦tico se lo hizo pagar caro. Porque adem¨¢s, los rojiblancos tuvieron de nuevo a Vieri de su parte. Cuando el italiano encuentra su estado de gracia y se viste con el traje de delantero centro puro que ya ha ense?ado otras veces es una joya. Hace da?o arriba y mete goles impecables. Vieri dio ayer ox¨ªgeno al Atl¨¦tico, que de verdad lo necesitaba.Fiel a su tradici¨®n m¨¢s reciente, el Athletic pis¨® el Calder¨®n sin el aire aguerrido, con demasiado recelo y magnificando al rival. Salt¨® al c¨¦sped con la misi¨®n de refugiarse atr¨¢s y buscarse la vida con pelotazos largos. El mensaje de Luis Fern¨¢ndez en la v¨ªspera anunciaba las precauciones,, aunque asegur¨® que caducar¨ªan a la media hora. El t¨¦cnico, que vio el partido desde el palco, conectado al banquillo con un tel¨¦fono m¨®vil, descubr¨ªa con demasiada claridad sus miedos al arranque del Atl¨¦tico. Lo pint¨® poco menos que de terrible, cuando en realidad los de Antic no estaban para tirar cohetes. Al contrario, pasaban por un estado de debilidad preocupante.

El Atl¨¦tico se vio ante un paisaje encantador: un rival agazapado e intimidado, todas las facilidades del mundo para tocar el bal¨®n, y un veneno enemigo sobradamente conocido, sobre todo por Antic, que otra cosa no, pero llega a los partidos con los defectos y las virtudes del contrario sesudamente analizados. El Atl¨¦tico s¨®lo ten¨ªa que dedicarse a mover la pelota, no precipitarse en su b¨²squeda del gol y, eso s¨ª, abrir bien los Ojos en la jugada a tres bandas del Athletic (el saque largo del guardameta, la cabeza de Urzaiz y la velocidad de Etxeberr¨ªa). As¨ª de f¨¢cil en San Mam¨¦s acabaron los bilba¨ªnos don el Atl¨¦tico, pero ¨¦stos estaban avisados esta vez.

El Atl¨¦tico tard¨® 12 minutos en encontrar el primer gol. Una jugada deliciosa, construida ejemplarmente al primer toque por Vieri y Kiko y culminada de manera impecable por el italiano. Los rojiblancos vivieron tranquilos a¨²n ocho minutos m¨¢s. Y en ese tiempo incluso pudieron dejar sentenciado el choque en un cabezazo de Kiko. Pero la cosa se torci¨® para los rojiblancos, a quienes se le empezaron a acumular los problemas: el Athletic, obligado por el resultado, se ech¨® arriba, la defensa empez¨® a ense?ar sus agujeros y, para colmo, Kiko dejaba hu¨¦rfanos a los suyos por lesi¨®n. Etxeberria y Alkiza amenazaron con el empate, y el Atl¨¦tico agradeci¨® el descanso.

Entonces, cuando peor pintaban las cosas para los de casa, la punter¨ªa de Vieri sepult¨® al Athletic. Un bal¨®n incontrolado tras un robo de Caminero cay¨® en los pies del italiano, que andaba m¨¢s solo que la una por la media luna del campo. Vieri agarr¨® la pelota y la condujo a toda pastilla hasta el ¨¢rea enemiga sin que nadie pudiera darle alcance. Luego, defini¨® como los grandes nueves: rematando en el momento justo, por el sitio preciso y con la fuerza adecuada.

Con el 2-0, el Atl¨¦tico se encontr¨® c¨®modo del todo, con un rival desesperado, un marcador relajante y todos los espacios del mundo para fabricarse una buena noche y conectarse con una hinchada a la. que ¨²ltimamente no hab¨ªa dejado de dar disgustos.

Los rojiblancos a¨²n marcaron un gol m¨¢s, pero no fue un tanto cualquiera. Y no porque. decorara de goleada una jornada en la que recibieron demasiadas ventajas. Sino porque su ejecuci¨®n confirm¨® que el Atl¨¦tico ha cometido un pecado imperdonable en este curso. Pantic, que hab¨ªa sustituido a Juninho, sac¨® petr¨®leo de su primer c¨®rner: puso el bal¨®n en la cabeza de Andrei y gol. El Atl¨¦tico del doblete marc¨® m¨¢s de la mitad de sus goles a partir de la precisi¨®n de Pantic en las acciones a bal¨®n parado; pero Antic ha desterrado este a?o a su compatriota. Y prescindir de la geometr¨ªa de Pantic es un lujo que no puede permitirse el Atl¨¦tico, y menos cuando su f¨²tbol, como as¨ª ha ocurrido, no funciona. Juninho, adem¨¢s, llevaba tiempo reclamando relevos como el de ayer.